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Christian Macías le contaba a su compañera de trabajo uno más de su repertorio de ‘agrios’, a lo que ella respondió solo con una mueca de desagradoMILKA FRANCO

Día del chiste: ¿Y dónde están los más agrios de Guayaquil?

La ‘pipol’ que los rodea les aguanta de todo hasta los chistes agrios que se suelen ‘mandar’. Ellos no se ‘achicopalan’ cuando los tachan de ‘limones’ porque saben que la inteligencia es esencial para captarlos.

En EXTRA, el Diario que informa primero y mejor, lo encuentras todo, incluso ¡a los ‘limones de oro’ de Guayaquil! Ellos lo hacen tan, pero tan bien que no nos responsabilizamos de la acidez de Christian y Milton en este viernes 1, Día Internacional del Chiste.

El primero en desfilar por la alfombra roja de los premios a la acidez es Christian Macías, periodista de 29 años, quien dice que no cree que se le rían por pena y que hay que ser bien ‘pilas’ para entender los comentarios que él hace.

Él labora en una radio de Guayaquil, en la que tiene la oportunidad de compartir espacios de variedades y deportivos con un tono informal; por lo que la oportunidad de ‘expresarsecómo él es la tiene tooodo el tiempo y sus colegas de radio son los primeros en ‘pagar piso’.

Christian, mientras estaba aburrido, subió a Instagram un chiste de mosquitos.MILKA FRANCO

“Tengo dos compañeros, uno se llama Juan Francisco Rueda y César Mata, y los dos están en el mismo espacio. Entonces, yo dije en una ocasión que ese era el único programa en el que Juan Francisco rueda y César mata”, dijo ‘muriéndose’ de risa, pero admitiendo que la ‘pipol’ lo identifica como ‘el de los chistes agrios’, aunque no se avergüenza por aquello.

“Hace unos días me subí a un taxi y el conductor me identificó y me dijo: ‘¿Es el de los chistes agrios?’”, cuenta. 

El siguiente participante es Milton Chiriguaya, diseñador gráfico y padre de familia, de 51 años, quien también lleva con orgullo la cinta de ‘ácido’. Él, a diferencia de Christian, lanza sus ‘bufonadas’ en las reuniones familiares y, dicen sus hijas, Génesis y Mishell, que lo único que sienten en esos momentos es vergüenza ajena. 

“Siento que cuando empiezo con mis chistes lo que provoco es unión en mi familia. Se crea empatía entre los que estamos presentes”, explica.

Milton tiene todo un repertorio, pero sabe en qué momento, lugar y con qué personas los comparte. Además, los tiene clasificados por ocupaciones o características, por ejemplo, de cocineras, de ‘loquitos’, de taxistas o de extranjeros.

A pesar de todo, él reconoce que solo lo hace por amenizar y que le dicen que es agrio porque su hermano Rodrigo sí le ‘mete ñeque’ y le salen bien los chistes.

Sin embargo, los dos se llevaron el galardón de ‘agrios’ y lo lucen con dignidad.

Génesis mira a su papá Milton con aburrimiento por sus relatos cero chistosos.Freddy Rodriguez
Manual del chistoso
  1. Explotar la creatividad: Usar recursos de la imaginación para contar los chistes.
  2. Con ganas de entretener: Querer que los demás se diviertan contigo.
  3. No querer ‘maltripear’: Nunca incluir comentarios malintencionados.
  4. Identificar momento correcto: Reconocer cuándo ‘lanzar’ la ‘acidez’.
  5. No querer ser el centro de atención: Entender que con los chistes agrios no se conseguirá protagonismo.
  6. Ser 'flash' para pensar: Analizar las relaciones entre objetos y situaciones rápidamente.