El 77 % de los crímenes registrados en Azuay en lo que va de 2024 han ocurrido en Camilo Ponce Enríquez, uno de los 15 cantones que forman parte de esta provincia situada en el sur del país.

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El último hecho violento fue una masacre. Ocho personas no solo fueron asesinadas, sino también quemadas y decapitadas. Ocurrió hace unos cuatro a cinco días en la concesión minera Estrella de Oro, ubicada en la zona rural Santa Martha, perteneciente al mencionado cantón azuayo. Los cuerpos fueron encontrados la tarde de este jueves 27 de junio.

Azuay registra un incremento de muertes violentas en relación con el año anterior: 44 personas ya han sido asesinadas. En 2023, en el mismo lapso, iban 28 muertos. Solo Ponce Enríquez contabilizaba 34 crímenes, 16 más que el año pasado. Entre estas víctimas está su alcalde, José Sánchez, quien fue acribillado la noche del 17 de abril en la explanada de un estadio de esta ciudad.

El coronel Walter Villarroel, comandante de la Zona 6, que comprende las provincias de Azuay, Cañar y Morona Santiago, informó que los familiares de las ocho personas halladas sin vida tenían 12 días sin conocer de su paradero.

Los fallecidos trabajaban como mineros. Sus cuerpos fueron hallados en un lugar de difícil acceso. Fueron sus familiares quienes alertaron a la Policía de su desaparición. Tras las pericias hechas por los policías en el lugar de los hechos, los cuerpos fueron llevados hasta el anfiteatro de Machala, en la provincia de El Oro.

“Estaban en estado de descomposición por los días que han pasado. También influyó el calor del lugar. Tenían signos fuertes de violencia. Tres fueron decapitados, otros incinerados. La investigación determinará si se dedicaban a la minería legal o ilegal, o a qué otro tipo de hechos están vinculados. En el sector predominan Los Lobos y hay mucha actividad de economía ilegal. No sabemos si esta pudo haber sido la motivación”, indicó el comandante de la Zona 6.

Además explicó que en el lugar donde fueron asesinadas estas personas confluyen cuatro zonas, por lo que no solo la Policía de Azuay está a cargo de la investigación de esta masacre. “Está Tenguel, que pertenece a la Zona 8; San Carlos, Naranjito, que es Zona 5; Ponce Enríquez, Zona 6; El Guabo, que ya es Zona 7. Es por eso que se está integrando la información para poder esclarecer este hecho”, explicó.

El comandante subrogante de la subzona Azuay, el teniente coronel Carlos Rivadeneira, manifestó que las muertes de las ocho personas ocurrió en un área conflictiva donde convergen las provincias de Azuay, El Oro y Guayas, y que por eso ha sido escenario de enfrentamientos entre bandas criminales que buscan controlar las concesiones mineras y establecer economías ilícitas.

Sin embargo, otra fuente policial reveló a este Diario que las víctimas eran miembros de Los Lobos, oriundos de la parroquia Puerto Bolívar, en El Oro, y que se habían apoderado de la mina donde fueron encontrados sin vida.

“(Según) La información que hemos recabado, los occisos habrían ingresado por la fuerza a la mina, desalojando a los trabajadores del lugar. En la noche del lunes y madrugada del martes, otro grupo armado habría irrumpido en el lugar para asesinarlos. Las víctimas habrían sido torturadas antes de ser decapitadas y calcinadas”, detalló el investigador.

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