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¡Cuidado, las vacunas falsas te pueden matar!
Pfizer, encargada del envío de las inyecciones, puso en alerta a la Policía de un posible ingreso de muestras ilegales al Ecuador.
Todavía no ha llegado el primer lote de vacunas contra el coronavirus al país y las autoridades ya tienen que lidiar con un problema: la venta de dosis ‘truchas’. Y no solo eso. Las consecuencias de suministrarse estas podrían ser fatales.
Pfizer, empresa encargada del envío de 50 mil inyecciones para personal médico y adultos mayores, alertó que ya estaba pasando en Panamá y Colombia.
La gigante farmacéutica también lo detectó en Ecuador, tras publicarse que había personas que pedían dinero a cambio de entregarles las dosis.
Esto fue advertido a la Policía, a través de la Unidad Nacional de Investigación de Delitos Aduaneros (UDAT). Joan Luna, jefe de la entidad, detalló que les indicaron de un posible ingreso de vacunas falsas al mismo tiempo de la llegada del cargamento, el 18 de enero.
Por eso se adelantó una capacitación a la UDAT para contrarrestar este delito. “Lo primero que nos dijeron es que, en todo el mundo, los únicos autorizados en importar las vacunas son los Estados”.
Cualquier empresa privada o personas inescrupulosas no tendrán esta potestad ya que, en el caso de Ecuador, el Ministerio de Salud Pública (MSP) se encargará de “distribuir, almacenar y aplicar de manera gratuita y voluntaria las dosis”.
Lo segundo es que las cajas que vendrán al país deben cumplir la denominada cadena de frío, y se necesitarán congeladores especiales. Por ello, es casi imposible que el manejo de este primer lote se lo haga de otro modo.
“Nosotros sabemos cómo viene la etiqueta, el código de barras, las bandejas para la utilización de la vacuna...”, explicó el jefe de la UDAT. Además, cuando se utilicen las vacunas, incluso se tendrá un protocolo para destruir los envases para evitar una clonación del producto.
Pilas o se puede morir
El oficial Luna indicó que están dando seguimiento a quienes ofrecen productos ‘milagrosos’ contra la COVID, ya que, más tarde, podrían engañar también con el componente de Pfizer. “No solo están cometiendo una estafa o un delito aduanero, sino también atentan contra la salud pública”.
Eduardo Castro, presidente de la Sociedad de Neumología del Ecuador, dijo que para que todo eso no suceda, las vacunas deben tener aval de autoridades médicas internacionales y nacionales para la distribución en la población.
“Tienen que aprobar un estudio de eficacia y seguridad”, precisó.
Además hay algo que se debe tomar en cuenta, según Castro. Si las vacunas, elaboradas científicamente y que cumplen los estándares médicos, causan efectos secundarios en la población (ver infografía), las ‘truchas’ pueden provocar algo mucho más serio.
Por ejemplo, si el compuesto desconocido no es letal, el efecto adverso es que generará una falsa confianza en la persona que se lo ponga. Eso hará que sea un blanco fácil del contagio, propagando con mayor fuerza la COVID, detalló.
Pero hay un segundo panorama y más preocupante. Castro acotó que si la sustancia es tóxica los efectos podrían ser irreversibles. “No se puede detallar qué síntomas podrían presentarse, pero lo más seguro es que el paciente fallezca con una vacuna desconocida”, finalizó.