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El maltrato emocional o físico que el menor pudiera recibir de parte de su cuidador puede causarle trastornos alimenticios.Shutterstock

No traumatices a tu hijo en la hora de la 'jama'

Si a su hijo le cuesta comer, no lo ‘rellenes’ de malos tratos, gritos, insultos ni golpes. Esto puede afectar su salud física y mental, e incluso causarle trastornos alimenticios.

“Ay de ti que no comas”. “No te levantas de esa silla hasta que te termines todo”. ¿Has escuchado, o tal vez dicho, estas u otras frases?

Por lo general, estas vienen acompañadas de cejas fruncidas o dedos señalando al pequeño comensal que no quiere probar bocado, o que es medio ‘mañoso’ en la mesa.

“Puede haber maltrato físico, verbal y psicológico. Existe presión por ingerir toda la comida del plato, lo que le genera malestar emocional al niño y va dejando una marca que posteriormente desencadena miedo y frustración a la hora de comer”, sostiene la psicóloga clínica Mayra Franco, especializada en niños y adolescentes.

Considera que esto se da por la creencia que se tiene de que los infantes deben devorar todo para estar sanos.

Bulimia o anorexia

Su colega Christian Montero señala que este tipo de conductas de los cuidadores (padres, abuelos, etcétera) puede perjudicar la digestión del pelado y causarle estreñimiento o diarrea. “Las palabras ofensivas producen afecciones orgánicas o psicológicas, como la anorexia o bulimia”, indica el experto en salud mental.

Franco añade que el comensal puede experimentar ansiedad y sentirse despreciado. “Lo que recibe no es afecto, sino rechazo, amenazas, no se sentiría querido”, precisa la psicóloga.

Líos personales

¿Por qué el cuidador puede llegar a actuar así? Montero asevera que todo problema no resuelto en el adulto (conflictos con la pareja, en el trabajo, entre otros) puede motivarlo a descargar sus emociones desordenadas sobre el pequeño.

Hable con el pediatra

En primera instancia, su hijo debe ser evaluado por un médico pediatra, para de esta forma identificar si está presentando algún tipo de intolerancia o alergia a ciertos alimentos y por eso no los deglute. “Por la presión y el miedo, el muchacho no expresa su malestar”, manifiesta Franco.  

EXTRAtips

1. Evita la rutina a la hora de comer. Puedes presentarle los platos de forma creativa. Por ejemplo, arma un paisaje en el que el brócoli parezca un árbol, una yema de huevo sea el sol, etc.

2. Integra al niño en la preparación de la comida. Obviamente, en las actividades más sencillas y según su edad. De pronto el niño o niña puede lavar las verduras y frutas, ayúdale a mezclar los ingredientes de alguna salsa, o poner la mesa.

3. Juega con los más chiquitos de la casa. Es verdad que el tiempo es oro, pero es importante que generes buenos recuerdos en tus hijos. Puedes darle cucharadas jugando al avioncito con ellos. También puedes proponerle hacer una carrera de quién come más rápido. Solo requiere de paciencia.

4. Es importante que también le preguntes al niño qué quiere comer. Eso no implica que sea un festín de comida chatarra o de dulces. Dentro de los alimentos saludables, él puede escoger el menú una vez a la semana. Le debes presentar varias alternativas.

“Este evento puede tornarse traumático en el niño. El miedo podría paralizarlo y generar que el alimentarse se vuelva un suplicio. Hay casos en los cuales se presentan hasta desmayos”.Mayra Franco, psicóloga clínica
Platos llamativos y hasta juegos son recomendados a la hora de servirle los alimentos a los niños.Archivo / EXTRA
“Comer debe ser un tiempo especial y es importante que los padres participen de ellos, en la medida de lo posible. Y no maltrate a su hijo, eso desfigura su rol paterno o materno”.Christian Montero, psicólogo clínico