Sus conocimientos en mecánica y su espíritu de solidaridad llevaron a Carlos Fernando Reyes Ascencio a detenerse para auxiliar a un conductor cuyo vehículo se había averiado en el puente de la Unidad Nacional, en el sentido Durán-La Puntilla.

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Sin embargo, este gesto le costó la vida. Mientras conversaba con los ocupantes del automóvil dañado, un tercer vehículo impactó la camioneta ploma en la que Carlos, de 44 años, se movilizaba. El violento choque lo lanzó contra la vereda, provocando su muerte instantánea (ver infografía).

El conductor del vehículo dañado, Carlos Alfredo Díaz, fue expulsado por la fuerza del impacto y cayó al río Babahoyo, mientras su acompañante sufrió lesiones. Ambos fueron auxiliados y trasladados a un centro médico. El accidente ocurrió la noche del martes 10 de septiembre.

Un agente de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) explicó que Díaz fue rescatado por unos ciudadanos que, sin dudarlo, se lanzaron al agua para sacarlo.

Posteriormente, fue trasladado en una lancha hasta el muelle de la cooperativa María Piedad y llevado en una ambulancia del Cuerpo de Bomberos a un centro de salud en Durán. Allí, los médicos le diagnosticaron un período de recuperación de entre 31 y 90 días.

Roxana Cedeño, esposa del conductor fallecido, narró la angustia que sintió al ver que los minutos pasaban y su esposo, padre de su hija de dos años y diez meses, no llegaba a casa, ubicada en una urbanización en el kilómetro 22 de la vía a la costa, en Guayaquil.

“Llamé primero a la hermana de mi esposo, ella me dijo que no estaba en su casa. Luego llamé a la secretaria de la empresa donde trabaja Carlos Fernando. Me dijo que había salido. Cinco minutos después, a las 21:50, recibí una llamada de un número desconocido. Era un agente de tránsito que me informó que mi esposo había sufrido un accidente. Le insistí que me dijera la verdad y, tras suplicarle, me dijo: ‘él falleció’”, contó Roxana.

Tras la devastadora noticia, Roxana se dirigió a la Fiscalía de La Florida, en el norte de Guayaquil, donde confirmó que no se trataba de una confusión, como había esperado tras la llamada del agente de la CTE, quien realizó las pericias en el lugar del accidente.

Carlos Fernando había trabajado durante nueve años como jefe de producción en una empresa de balanceado.

“Siempre llegaba a casa alrededor de las siete y cuarto de la noche. Lo llamé varias veces y le envié mensajes, pero tenía un mal presentimiento. Él solo intentaba ayudar, era su forma de actuar”, indicó la viuda.

Reyes era padre de cinco hijos, cuatro de ellos de una relación anterior. Solo dos son mayores de edad. A través de su credencial de trabajo, las autoridades confirmaron su identidad y contactaron a Roxana para informarle del trágico suceso.

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