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Niños, uniformados y equipo de producción agradecieron al cierre de la obra musical.CARLOS KLINGER

Extraña premonición sobre la muerte de policía en Guayaquil: Dos días antes se estrenó obra

Niños del noroeste de Guayaquil participaron en una obra organizada por la Policía. La puesta en escena pretendía alejar a los menores de la violencia

Tres días después del ataque a dos policías del distrito Nueva Prosperina, el teniente coronel Roberto Santamaría, jefe de la jurisdicción del noroeste de Guayaquil, reflexiona sobre la puesta en escena ‘Salvador y Gloria, el rostro de un policía’: “Se hizo realidad lo que expusimos en la obra: un muerto y un herido”.

Y fue así. El teniente coronel perdió a uno de los uniformados de las filas del distrito que dirige. En la ficción (es decir, en la obra que se estrenó en la noche del martes 2 en el MAAC) los dos uniformados que se enfrentaron a un grupo de delincuentes y del que uno resultó fallecido y el otro herido se llamaban Gloria Alcívar y Salvador Medina.

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Mientras que en la realidad -en el tiroteo de la tarde del jueves 4 que sucedió en el bloque 5 de la cooperativa Balerio Estacio-, las víctimas fueron identificadas como Germán Morales (fallecido) y Jairo Riera (herido), ambos con el rango de cabo primero y que patrullaban el sector en el que fueron baleados.

“En la noche del jueves se les rindió un homenaje al cabo caído y a otros tres compañeros más que han perdido la vida en labores”, dijo el oficial consternado. La obra, a pesar de que en su último día (el jueves) fue empañada por el triste suceso, fue un éxito y no solo porque la sala haya estado llena, sino porque en esta, diez niños de la comunidad fueron incluidos en la obra con el objetivo de alejarlos de los crímenes y la violencia.

Dos de los participantes, Daniela y Joshua, de 10 y 11 años, respectivamente, caminaron orgullosos hacia la salida del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC) luego de haberse estrenado como actores. Ellos se sentían como ‘estrellas’ de la mano de su madre, Denisse Pincay, y de su padre. ¡Parecía que estaban en Hollywood!

Cruel realidad: el día de la última función de la obra asesinaron a un policía en la Balerio Estacio.Alex Lima

¿Quién propuso la obra?

La función inició a las 19:40 con los asientos del teatro llenos. No había un solo espacio para ocupar. La temperatura estaba perfecta, los espectadores ansiosos y con sus teléfonos listos para registrar cada movimiento, y los pequeños actores (quienes abrieron la obra) listos para brillar. Estos últimos se robaron el show con una coreografía que hacía alusión a los deportes.

Entre los asistentes se encontraban policías, padres de familia y residentes del noroeste de Guayaquil que quisieron disfrutar del tiempo cultural. La obra inició y los invitados conocieron a Gloria y Salvador, policías en la realidad que interpretaron a otros dos uniformados que se hicieron amigos desde la Escuela de Instrucción hasta cuando compartieron el mismo grupo de patrullaje y uno de ellos perdió la vida en una persecución a un grupo de sujetos que robó un almacén.

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El coronel Santamaría, con mucho entusiasmo, en esa noche contó que no era la primera vez que estaba a cargo de un proyecto similar. “Este espacio ya fue presentado en Quito en el 2008 en el Teatro Bolívar. En esa ocasión se realizó en la fecha de las fiestas de la Policía, pero ahora se lo hizo con el afán de que los niños vean que hay un mundo fuera de las drogas y los crímenes”, dijo.

Y precisamente eso fue lo que inspiró en los pequeños y en sus padres. Denisse se sintió completamente agradecida al tener a sus dos pequeños hijos ocupados en una actividad que les ayudó a despegar su creatividad y emoción. “Todo valió la pena”, refirió Denisse.

En la persecución que se mostró se usaron balas de salva. El sonido de la detonación de estas asustó a los asistentes.

Esta misma producción que mantuvo a los niños de un lado para otro por más de dos meses incluyó a policías cantando, bailando y hasta haciendo pasos de hip hop que parecerían imposibles de realizar con el uniforme rígido que ellos portan en su horario de labores. Pero eso no fue lo único sorprendente, sino también el uso de balas de salva, que a más de la mitad de los espectadores sorprendieron.

El final de la obra también se cruzó con la acción de todo el cuerpo policial: algunos de los responsables fueron detenidos en el momento del ataque. Sin embargo, de las 246 muertes violentas y más de 400 delitos menos en este 2024 (con respecto al 2023) que el jefe policial mencionó solo queda la cifra... porque la pérdida y la violencia aún duelen.

El clímax de la obra fue la muerte de uno de los protagonistas.CARLOS KLINGER

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