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¡Sicarios le dieron más de 30 tiros a hombre en Manta!
La policía recogió al menos 39 indicios balísticos en el callejón donde ‘pelaron’ al joven, a quien conocían como Guineo.
Una ráfaga de tiros en un callejón acabó con la vida de un hombre al que apodaban Guineo, quien habría dado ‘papaya’ a sus verdugos para que le entregaran un pasaporte a la eternidad.
Alejandro Vélez Sornoza, de 27 años, pretendía llegar a su vivienda, cerca de las 20:30 del miércoles, cuando sujetos desconocidos lo interceptaron y le dispararon por repetidas ocasiones.
El hombre fue perseguido hasta el callejón Santana, ubicado en la parroquia Tarqui, jurisdicción de Manta, provincia de Manabí. Pese a correr por su vida, Guineo fue alcanzado por los proyectiles y cuando perdió fuerzas cayó al suelo en posición decúbito ventral.
El sector fue un caos. El cuerpo quedó inmóvil y bañado en su propia sangre. Los vecinos salieron a ver qué pasaba y se toparon con el cadáver en plena vía. “Esto fue horrible, parecían torpedos, uno tras otro. Él venía tratando de huir, pero no llegó a refugiarse a su casa”, contó un lugareño que evitó identificarse.
Las unidades especializadas de Criminalística y Dinased cercaron el perímetro de la zona en un amplio margen, debido a que los indicios balísticos quedaron dispersos por varios metros.
“Él llegaba a su casa, allí vive con su esposa y tres hijos. Al parecer ya lo estaban ‘cazando’ y, como se dice popularmente, dio ‘papaya’ a los sicarios”, expresó aún nervioso un vecino de la zona. Los agentes investigadores levantaron al menos 39 indicios balísticos en la escena, provenientes de un arma de fuego calibre 9 milímetros.
El fiscal Roger Pachay informó que el cuerpo de Vélez presentaba unas 30 heridas causadas por las balas que acabaron con su vida. El cadáver fue trasladado al Centro Forense de Manta en medio del llanto de sus familiares.
El hombre, de acuerdo con la web de la Función Judicial, registra antecedentes por robo y asociación ilícita. Los uniformados no descartan que este podría tratarse de un caso más de los registrados por disputas entre organizaciones delictivas, o un ajuste de cuentas.
Hasta ayer no había detenidos. Los agentes buscaban cámaras de circuito cerrado para dar con el vehículo usado e identificar a los pistoleros.