Si es hasta las 23:00 o hasta las 00:00, es tema de conversación, es decir, llegar a un acuerdo. Los permisos para adolescentes que desean salir a ‘explorar’ la ciudad en las noches deben ser claramente establecidos por los padres, recomienda la psicóloga clínica Paola Cercado.

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Aunque los niveles de violencia criminal han aumentado en todo el país, y más aún en ciudades grandes como Guayaquil, las ganas de socializar de los muchachos no se aplaca. ¡Quieren pasar en la calle!

En muchas ocasiones, esto genera preocupación a sus padres o a los familiares que los esperan en casa con pijama y café. Algunos dejan de dormir porque anhelan ver entrar a su retoño por la puerta sano y salvo.

La experta recomienda que para que el respeto prime en el hogar es necesario hablarles claro a los adolescentes. “Se debe promover su independencia, pero también es vital que se les garantice su seguridad”, afirma.

Y una de las herramientas para mantenerlos sin pasar sustos es la comunicación. Cercado asegura que se debe fomentar la conversación honesta para que los adolescentes compartan sus planes y preocupaciones.

“Pero no es lo único que abarca la comunicación, sino también plantearles las reglas. Si te digo que vienes a las 00:00, por ejemplo, y que no quiero que bebas alcohol,pues así debe hacerse. Es una manera en la que se prueba si son capaces de seguir órdenes”, finaliza.

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1. Enseñarles medidas de protección. Es importante que los menores conozcan detalles como números telefónicos y direcciones de sus padres y de familiares cercanos. Además, conocer cómo contactar a la Policía Nacional en caso de alguna emergencia.

2. Siempre comunicados. La psicóloga asegura que es pertinente que, si se tiene la opción, se comparta la ubicación en tiempo real (a través de servicios de mensajería instantánea) para monitorearlos de manera frecuente. Además, aclararles que los mensajes que envían los padres se contestan enseguida.

3.  No regañar apresuradamente. Si el adolescente no cumplió alguna de las reglas, como beber alcohol, no reclamar inmediatamente. Procurar calmarse para conversar y exponer que incumplió una regla.

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