El individuo que habría ingresado al baño de mujeres de una universidad del sur de Quito para grabar a las estudiantes mientras hacían sus necesidades es un empleado del proveedor de la cafetería. 

Así lo reveló a EXTRA el director de Comunicación y Cultura de la institución, quien también explicó que “a través de nuestros protocolos garantizamos el compromiso con la seguridad y bienestar de todos nuestros miembros”.

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La comunidad universitaria sigue consternada por este hecho, que ocurrió en los baños del establecimiento.

Estudiantes señalaron que para ingresar a estos espacios hay que atravesar un pasillo largo; a la izquierda está el baño de hombres y a la derecha el de mujeres. Cada uno cuenta con tres sanitarios independientes y un lavabo. En uno de estos espacios se habría escondido el sospechoso para grabar los videos, hasta que una chica lo descubrió.

Según el expediente, el hecho se registró a las 16:16, momento en que la mayoría de los estudiantes están en clase y la cafetería tiene pocos ocupantes. Los alumnos piden a las autoridades orientación sobre cómo actuar en situaciones similares para poder prevenirlas.

EXTRA tuvo acceso a un documento que detalla las acciones de prevención e intervención en casos de acoso, discriminación y violencia basada en género y orientación sexual. 

Este protocolo se aplica a las acciones cometidas por miembros de la comunidad universitaria en contra de otros miembros o de cualquier persona que colabore, preste servicios o tenga relación con la institución bajo cualquier modalidad.

El director de Comunicación y Cultura precisó que la Fiscalía ya conoce del hecho, pero no indicó si la institución tomará acciones legales. “El caso tiene indicios de delito; el representante legal deberá formalizar la denuncia ante la Fiscalía”, afirmó.

Actualmente, el caso se encuentra en investigación previa y no se han formulado cargos contra el sospechoso.

Esta situación es criticada por la abogada Valeria Mena, quien afirmó que las autoridades tenían suficientes elementos para acusar y no lo hicieron. “Está el celular con el que se grabó sin autorización y violando el derecho a la intimidad de la estudiante”.

A Mena le preocupa que la afectada pueda ser intimidada y decida desistir de continuar con el proceso judicial. Además, advirtió que en este tipo de casos, los infractores no solo se limitan a grabar sin consentimiento; a menudo difunden los archivos como material pornográfico en redes sociales y otras plataformas digitales.

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