En la capital ecuatoriana se está llevando a cabo una importante restauración pictórica. La obra es considerada parte del vasto patrimonio cultural de la Carita de Dios.

La pintura es de la Santísima Virgen del Rosario de la Escalera, la cual se encuentra actualmente en convento de Santo Domingo, en el Centro Histórico de la ciudad. Su última restauración se hizo en 2007, a cargo de la Fundación Conservartecuador.

Esta tarea es financiada por la Organización Gerda Henkel Stigtung, de Alemania. Además, el control técnico de esta actividad está a cargo del Ministerio de Cultura y Patrimonio y del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. 

Ahora, el mismo equipo de restauradores, a cargo de su director ejecutivo, Ramiro Endara, retomaron los trabajos. Según Endara, el objetivo es recuperar lo que se considera una perla para la cultura de la urbe.

“Debido al proceso de degradación de este bien patrimonial, la Comunidad Dominicana del Ecuador nos solicitó la búsqueda de financiación internacional, ya que la Comunidad no cuenta con el presupuesto necesario”, indicó Endara a EXTRA.

La obra es llamada la Mona Lisa de América debido a su belleza solamente comparada con esta obra del genio Leonardo Da Vinci. Esta fue pintada por el padre de la Escuela Quiteña, fray Pedro Bedón, en 1600, considerada como “a perla más preciada del Centro Histórico de Quito.

La imagen fue pintada, inicialmente, sobre la pared de tapial del descanso de las escaleras que daban al segundo piso del Convento del Buen Pastor, también del centro capitalino. Allí ‘nació’ la imagen de la Santísima Virgen del Rosario.

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Luego de 308 años, esta fue retirada por el artista quiteño Joaquín Albuja (1908). El encargo se lo hizo el presidente del época, Gabriel García Moreno y ahora reposa en un lienzo, demostrando también la magnificencia artística de este cuadro.

Endara explicó que se hace un tratamiento físico y químico de los componentes a usar para preservar la pintura. “Hace 17 años, lo que hicimos fue cambiar la tela a un muro de poliuretano, similar al que se usó cuando se creó la obra”.

Actualmente se realizan procesos de consolidación emergente y fijación de capa pictórica. El experto detalló que también se planifica crear un sistema que sirva como barrera de protección.

“La intervención actual, a más de estabilizar y poner en valor la obra, también ha permitido, gracias a la tecnología, conocer en profundidad su composición estratigráfica, lo que le devolverá su ‘forma primitiva’”, acotó Endara.

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