Tenía un talento que pocos conocían y un amor por el arte que un día decidió revelar. Juan Ushiña llevaba más de siete años en su trabajo, pero hace 18 meses le pidió a su jefe una oportunidad para pasar de sus tareas de albañilería, a formar parte de un equipo que tiene un encargo especial: llenar de colores, trazos e historias los grises muros de los pasos a desnivel de distintos sectores de Quito.

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Su primera obra es una enorme tortuga que parece mirar atenta el recorrido de los vehículos que a diario se sumergen en el paso deprimido de las avenidas América y Mariana de Jesús, en el norte de la ciudad.

La tortuga parece nadar. El nivel de detalle es tan vívido que cautiva a quien quiera que la mire. Sobre ella se ve una firma: Tuercas, el seudónimo de Ushiña, quien se graduó de mecánico en el colegio. Aunque siempre realizó con gusto cualquier tarea que le asignaran, ahora se siente mucho más feliz en su nuevo trabajo en la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop).

El creativo es parte del grupo que lidera Frank Cedillo, un joven artista plástico que se graduó hace poco en la Universidad Central. Su cargo es el de inspector de Obras Públicas y, aunque el trabajo suena bastante burocrático, en realidad es una tarea con la libertad y la sensibilidad propias de las actividades creativas.

Cedillo estuvo entre los mentores de ese gran mural, que cumple con el objetivo de dar la sensación de sumergirse en el fondo marino. Además de esa y otras tortugas, hay ballenas, tiburones, corales, pulpos y peces de colores. En el área cubierta del paso deprimido están las especies que habitan en lo más profundo del mar y, por ello, los colores son más oscuros.

Ahora, el equipo trabaja en el intercambiador de las avenidas 10 de Agosto y Naciones Unidas. Harán honor al nombre de esta segunda vía y representarán los 192 países que conforman la ONU. Estará listo en 42 días y su costo será de $ 70.000. Quienes transiten por ahí verán distintas personalidades de cada continente y niños con banderas y globos, como mensaje de unidad.

Ese es uno de los 28 murales en la lista de la Municipalidad y no únicamente en infraestructura vial, pues también se planifican obras artísticas para otros sectores, como el acceso al Panecillo.

A esta tarea se suman esfuerzos del sector privado, pues una empresa de pinturas les dona cada dos meses lotes de productos que tienen fecha de caducidad próxima, para que puedan usarlos en la ciudad. Además, el personal de la Epmmop cuenta con el apoyo de otros artistas plásticos y urbanos de la capital, quienes plasmarán sus creaciones en algunos muros.

Fernando Tobar, gerente de Obras Públicas de la Epmmop, señala que el equipo responsable de estas intervenciones cuenta con 45 personas, incluyendo a profesores de artes plásticas y grafiteros. Pero Tobar explica que también se trabaja en acciones integrales, que van más allá de lo estético.

Un ejemplo es el de la avenida Patria, donde además se diseñó un sendero seguro para los peatones y se mejoraron las condiciones para los ciclistas, motociclistas y conductores de autos y buses. En otros sitios también se mejoran los accesos y bordillos, las veredas y cruces peatonales. Además, se busca que los vecinos disfruten del arte, se apropien del espacio público y lo cuiden, asegura Tobar.

La intervención más reciente es la del intercambiador de la Plaza Argentina, que conecta las avenidas Diego de Almagro, 6 de Diciembre y Eloy Alfaro con el túnel hacia Cumbayá y Tumbaco.

Precisamente en ese sector, uno de los protagonistas es el fallecido pintor Oswaldo Guayasamín, en honor a quien se bautizó ese túnel y la avenida que lo complementa. Otros puntos son el puente del Guambra, las escalinatas de la ciudadela Bermeo, en La Libertad y Chillogallo.

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