‘Como pajaritos encerrados en sus jaulas’ se sienten los moradores del barrio La Moya, parroquia de Conocoto, debido a los robos con violencia a domicilios. El último caso fue reportado por Andrés Borja, quien piensa seriamente en cambiarse de casa, pues seis criminales (cinco hombres y una mujer) irrumpieron en su departamento la tarde del viernes 4 de octubre. “Solo mi hija estaba en casa y se encerró para que no la encontraran”, contó a EXTRA.

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Los demás habitantes de la casa habían salido, por lo que la joven de 20 años advirtió a la familia que alguien se metió a la vivienda. “Escuchaba los ruidos, hasta los insultos que emitían porque no podían sacar un televisor”.

La suegra de Andrés ‘voló’ hacia el domicilio, mientras el resto llamaba al ECU-911 para pedir ayuda. Sin embargo, cuando llegó ya se había consumado el robo. “Se llevaron computadoras, equipos. En total tenemos un perjuicio de 4.000 dólares”, lamentó el perjudicado.

En las cámaras de seguridad pudo ver que los delincuentes se movilizaban en dos autos: un Chevrolet Spark y un Kia Picanto, así como en dos motocicletas. ¡Todo bien cuadrado!

Con este evento, Verónica Wandemberg revivió el terror que vivió con su familia el último Día de la Madre, también en la tarde. Seis sujetos, entre ellos una mujer y al parecer dos menores de edad, irrumpieron en su casa con armas de fuego y los sometieron. “Solo dejaron a mi madre porque ella está enferma y en ese momento dormía”.

Al parecer, serían los mismos sujetos que entraron a la casa de Andrés, pues según los vecinos las características del grupo coinciden. “Hay una mujer, dos chicos”, aseguró Andrés.

En el caso de Verónica, los malhechores se llevaron por lo menos 25.000 dólares en pertenencias, pues tenían varios objetos antiguos como herencia de los abuelos y bisabuelos. “De rato en rato nos decían que su jefe les había ordenado que nos corten los dedos. Fue aproximadamente una hora de terror”.

Lo curioso es que los atacantes supieron exactamente dónde cortar los cables para que la alarma no sonara. “Fue lo primero que hicieron. Sabían cómo funcionaba”, reveló Verónica. Desde entonces, ambas familias han tomado más medidas de seguridad de las que tenían, pero suplican a la policía del sector que realice más patrullajes.

Samanta Sotelo, jefa del subcircuito La Armenia, dijo a EXTRA que realizan operativos enfocados al registro de personas y vehículos. Aunque no pueden estar “todo el tiempo en una zona”. “En lo que va del año se han registrado tres robos a domicilios en ese barrio. Se realizan investigaciones”, acotó.

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