Luego de un largo viaje, una joven que apenas había llegado a la estación de una cooperativa interprovincial de buses, en la avenida de las Américas, levantó la mano para detener un taxi y pedirle al conductor que la llevara a la terminal terrestre de Guayaquil, ubicada a tres minutos del sitio.

El chofer, quien se movilizaba en un taxi amarillo, con registros de una cooperativa y con placa autorizada, tomó la vía correcta, pero antes de llegar al destino se desvió para que otros dos sujetos se embarcaran y sometieran a la víctima, para que entregara sus pertenencias.

De ahí, la llevaron a un cajero automático del sector, para que retirara el dinero de sus cuentas: en total, 400 dólares. Con eso terminaba el robo, pero no todo lo que tenían planeado los delincuentes, pues habrían amenazado a la perjudicada para que les realizara sexo oral. Después de eso, fue abandonada.

Esto fue confirmado por el comandante del distrito policial 9 de Octubre, coronel Fernando Vaca, quien precisó que ese hecho se registró cerca de las 21:00 del pasado domingo y que no fue el único de la noche.

Según el oficial, nuevamente en el mismo taxi, uno de los sujetos siguió recorriendo la ciudad y a pocos metros del túnel del cerro Santa Ana se detuvo para recoger a una pareja que necesitaba ir al sur.

Al igual que en el primer caso, el taxista se dirigió por la ruta correcta, pero al llegar a la calle Noguchi se detuvo para que sus dos compinches se embarcaran.

“Durante dos horas los tuvo dando vueltas. Ese es el modo de operar que tenían, para hacer que retiraran su dinero de los cajeros”, mencionó el jefe policial.

De ahí, el hombre fue abandonado cerca del centro de la urbe, mientras que a la mujer la dejaron en el suburbio, tras violarla.

“Apenas los dejaron, ambos lograron pedir ayuda y la gente les facilitó teléfonos para alertar al ECU-911. Eso nos ayudó a organizar inmediatamente diferentes operativos, que nos dieron resultado”, acotó el jefe policial.

Durante la madrugada de ayer, los tres sospechosos fueron detenidos y reconocidos por las víctimas, sostuvo el coronel Vaca.

Casos anteriores

El coronel explicó que ya tenían reportes de delincuentes que operaban de esta forma, pero las víctimas, por motivos personales, habrían preferido no denunciar después de que narraban los hechos a los uniformados.

“Tal vez por lo que en ese momento sentían, por la condición de víctimas”, comentó el oficial.

Vaca señaló que, en los últimos seis meses, por lo menos cinco casos anteriores se habrían suscitado en el sector bajo su mando.