Los padres de Nicolás, el niño de 6 años que fue arrollado por una camioneta en San José de Morán, norte de Quito, ven una luz de esperanza. Los médicos les informaron que su pequeño estaba fuera de peligro y que había recuperado la conciencia.

“Lo primero que dijo cuando abrió sus ojitos fue: ‘Papi’. Sentí ganas de llorar de la felicidad”, comentó Manuel.

Tatiana, la mamá, recordó que el miércoles 28 de abril, día del accidente, Nicolás estaba revisando unas tareas para la escuela y alistándose para salir a la peluquería.

“Cuando ya estábamos, parecía que iba a llover, entonces le dije que nos apuráramos. Ahí mi hijo se soltó (de la mano) y pasó lo que pasó. Estaba lleno de sangre y pensé lo peor, incluso que estaba muerto”, dijo entre lágrimas la señora.

En un video se observa cómo un vehículo le pasa por encima al pequeño Nicolás.

En medio de la desesperación y desconsuelo, un hombre a bordo de una camioneta se detuvo y trasladó a la mujer y al niño a una casa de salud cercana.

“Mi hijo no reaccionaba, pero en el camino abrió los ojos y me decía que le dolía la barriguita. Yo lo veía mal, pero le decía que fuera fuerte, que lo amo y que tenga fe. Cuando llegamos al hospital nos ayudaron y dijeron que tendrían que hacerle una cirugía para extraerle el riñón derecho porque había explotado por el impacto”, lamentó.

Antes de ingresar al quirófano, Nicolás se portó como todo un superhéroe y consolando a su madre le dijo: “Ya, mamá, deja de llorar. Yo soy fuerte como Hulk”.

Otros órganos, como el intestino y el bazo, también resultaron afectados, pero con la medicina suministrada en el hospital fue posible controlar el daño ocasionado por el arrollamiento.

Para Manuel y su esposa, la pronta evolución que ha tenido su hijo es un “verdadero milagro, porque los médicos nos decían que las probabilidades de que sobreviva eran escasas, pero Nicolás se aferró a la vida y estamos seguros que es porque él tiene un propósito especial en la Tierra”.

La familia del niño aún no ha podido dar con el paradero del vehículo que ocasionó este siniestro y espera contar con el apoyo de las autoridades para no dejar este hecho en la impunidad.

UNA MANO SOLIDARIA

El padre del pequeño no cuenta con un trabajo fijo y requieren de su colaboración para la adquisición de medicinas y pañales, porque el tratamiento de Nicolás continuará una vez que salga del área de terapia intensiva.

Si usted desea colaborar con esta familia, comuníquese al 099-871-6338.