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Al chico le gustaba hacer excursiones, contó su padre. Incluso iba bien equipado a cada una de ellas.Cortesía

¡La montaña ‘ocultó’ su cuerpo! Joven desaparecido es hallado muerto

El cadáver de Alexander fue hallado por comuneros. El joven llevaba desaparecido 21 días. Y la Policía halló un frasco de veneno junto a él.

Miguel Caluña estaba en Guayaquil cuando le informaron, ayer en la mañana, que el cuerpo sin vida de su hijo había sido hallado sobre una roca, en el fondo de una quebrada, detrás del cerro Atacazo, sur de Quito.

Alexander, de 22 años, salió a acampar con sus dos hermanos. Al siguiente día, el 9 de octubre, les habría dicho que ellos regresaran, que él los alcanzaría en el camino. No pasó.

El coronel Joan Luna, comandante del Distrito Quitumbe, dijo que la tarde del miércoles uno de los comuneros que recogía mortiño para la colada morada se percató del cadáver y avisó al ECU 911.

El cuerpo del joven estaba boca arriba y junto a él su mochila y un frasco con veneno.

Luna aclaró que, según las primeras indagaciones, no se trataría de una muerte violenta porque “no se hallaron huellas de violencia en su cuerpo”.

Miembros de rescate del Cuerpo de Bomberos llegaron al sitio y recomendaron a la Policía que por el mal tiempo y la hora debería realizar la extracción de los restos al otro día y así lo hizo.

A las 06:00 de ayer fueron hasta el lugar para sacar el cuerpo. Los familiares del joven se enteraron del hecho al mediodía. Su padre estaba de viaje cuando lo supo. “Estoy avanzando a la morgue para conocer lo que pasó con mi hijo”, dijo llorando.

Mientras tanto, los hermanos de Alexander fueron por su cuenta a buscarlo y se encontraron con los rescatistas.

Luna añadió que el cadáver presentaba signos de descomposición y que las unidades especiales determinaran los días que habría estado sin vida. “El clima del sector no permite una rápida putrefacción”.

El joven desapareció en el Atacazo, ubicado al sur de la capital. Su cuerpo fue hallado en una quebrada cerca.Cortesía

La pesadilla

La ‘agonía’ de la familia tardó casi 21 días. Pues al ver que Alexander no volvía, los parientes del chico fueron hasta la Policía para colocar la denuncia. “Era extraño porque no era la primera vez que él se iba de excursión”, mencionó Narcisa Celi, cuñada del joven.

Ella agregó que se hicieron incursiones a pie con los uniformados y también se había pedido que se realizaran sobrevuelos. Uno de los últimos fue el pasado lunes. El helicóptero recorrió por los puntos en los que posiblemente se hallaba el joven y el resultado, hasta entonces, era desalentador.

En cada caminata, los parientes llevaban consigo hojas volantes con la imagen de Alexander para pegarlas en sitios visibles a la gente. Durante todo ese tiempo, los allegados del chico conversaron con las personas que habitan por el Atacazo. Hasta que finalmente apareció, pero frío.

Los familiares de Alexander le contaron a la Policía que el joven tenía episodios de depresión y que días antes de su salida estaba un poco decaído.