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Kiara y Kael no dudaron en subirse a sus bicicletas y dar un paseo en el barrio donde viven.CARLOS KLINGER

El milagro de Kael: Cicatrices que se borran con amor y mimos

Cuatro años pasaron para que los hermanitos que fueron torturados y violados en Naranjal, Guayas, vuelvan a compartir las fiestas de diciembre entre obsequios y el cariño de su madre. EXTRA Lo hizo posible.

Desde el pasado 6 de diciembre, la sonrisa de Kael, el niño de 7 años que fue víctima de tortura y violación en el cantón Naranjal (Guayas), ilumina cada espacio de su pequeño hogar ubicado en el sur de Guayaquil.

Su felicidad no solo es motivada por un obsequio envuelto en un colorido papel navideño. Su mejor ‘regalo’ fue concedido por un juez que dictaminó que él y su hermanita, dos años mayor, puedan regresar a los brazos y protección de su madre. Ambos permanecieron más de un año en una casa hogar.

Lady, su progenitora, intenta borrar con amor y mimos las huellas del abuso que no solo quedaron en sus cuerpos, sino también en sus corazones. Sin embargo, Kael y Kiara también ansiaban juguetes para distraerse y olvidar los amargos momentos que vivieron durante dos años a manos de su madrastra, quien fue sentenciada en noviembre de este año por violación y tortura. Por el delito cometido, deberá estar 40 años tras las rejas.

En la estrechez del domicilio, los niños disfrutaron de la cena navideña. Estuvieron acompañados del equipo de EXTRA y las abogadas que llevaron su casoCarlos Klinger.

El regalo anhelado por los niños era una bicicleta y disfrutar al fin una cena navideña, cobijados por el cariño de su madre. Diario EXTRA lo hizo posible y durante tres horas se deleitaron en una fiesta familiar en la que no faltaron los villancicos y abrazos.

Para esta noble labor contamos con la colaboración de la abogada Patricia Castro, quien representó a la madre de los menores de edad en el proceso legal que comenzó en septiembre de 2021, luego de que se descubrió la tragedia que habían vivido y por la cual Kael permaneció tres meses hospitalizado.

Sentencia
La madrastra de los niños recibió doble sentencia: 29 años y cuatro meses por violación y 17 años y cuatro meses por tortura. El papá del niño y padrastro de la niña fue sentenciado a 17 años y cuatro meses por tortura. Ambos están detenidos. También se dictaminó que, por su precaria condición, la Alcaldía debe otorgar una vivienda a la madre de los menores.

Ansiada espera

Los agasajados nos esperaban con ansias. Se vistieron de rojo y adornaron sus rostros con sonrisas y brillos en los ojos.

Kiara colocó la estrella en el arbolito de cartón que confeccionó su mami.CARLOS KLINGER

Cuando arribó el vehículo de EXTRA, las caritas de los ñaños se iluminaron de la emoción. Y más aún cuando vieron los regalos. “Era la bici que habíamos pedido. Mira, Kiara, la tuya es rosada y la mía es azul. Están bonitas, gracias”, manifestó Kael.

Sus ojitos negros y largas pestañas rizadas denotaban su felicidad. Kael no dudó en tomar su bicicleta, arrancar las fundas de plástico que la envolvían y subirse para pedalear. “Ñaña, apúrate, vamos, vamos a dar una vuelta”, gritaba emocionado.

Su alegría contagiaba a su madre, quien con la menor de sus tres hijos en brazos contemplaba atónita la felicidad de sus niños.

“Nunca antes habían tenido una bicicleta. Me pidieron que les comprara una, pero yo no tengo los recursos para hacerlo. Les agradezco que se hayan acordado de mis hijos”, expresó con voz entrecortada la joven, originaria de Esmeraldas.

A través de cartas, que están en las paredes de su hogar, Kiara expresa el amor hacia su madre.Anny Bazán

Mano a la presa

La mesa, cubierta con un mantel rojo, candelabro y velas, estaba servida. Los invitados especiales eran los hermanitos. “Es hora de cenar, niños. Hay que comerse todo y portarse bien”, les aconsejó la abogada Castro, mientras servía los alimentos.

Un arbolito hecho por Lady con material reciclable adornaba el pequeño espacio de dos metros de largo y tres de ancho, que comprende la sala, cocina y comedor.

Las paredes de la vivienda carecen de cuadros o portarretratos, pero varias cartas y dibujos hechos por Kiara en hojas cuadriculadas de cuaderno, en los que expresa el amor hacia su madre, decoran el inmueble.

Kael ayudó a prender las velas rojas que fueron colocadas en un candelabro. Estaba emocionado.CARLOS KLINGER

Kael fue el primero en probar la cena navideña. A un lado quedaron los cubiertos. Su emoción por jugar era tan grande que agarró una presa de pavo con las manos y, mientras la devoraba, no le quitaba la mirada a su bici nueva, la cual dejó parqueada en el espacio que divide el departamento donde reside y el de sus vecinos.

Esta vez, tras cuatro años de aquella pesadilla, los hermanitos por fin compartían un momento de alegría. Habían olvidado lo que es celebrar una fecha especial con su madre y estar envueltos de amor y cariño, sentimientos con los que superarán las heridas que aún marcan sus frágiles cuerpos.