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“Mi hija agonizó solita dos días”
Familiares de Diana Espinosa piden que se indague el caso. Hay una carta que sería el detonante de un crimen. EXTRA habló con la pareja de la mujer.
La vida de Clemencia Lagla se paralizó cuando supo que su hija, Diana Espinosa de 29 años, había fallecido en un presunto accidente de tránsito, el miércoles 19 de mayo, en San Bartolo, sur de Quito.
Según ella, aquella noche su hija salió disparada del vehículo en el que se movilizaba con su novio, Jonathan. Tras la caída, la mujer se fracturó el cráneo y fue trasladada a una casa de salud, en donde murió tres días después.
En una entrevista con EXTRA, él contó que ese día unos sujetos los interceptaron mientras volvían al domicilio (vivían juntos).
“Mi novia estaba bebiendo en la casa con una amiga. Después de un rato fuimos a dejarle a la amiga. Diana estaba mareada y al regreso se sentó de lado en el carro y sin el cinturón. Cerca, unos chicos que estaban fumando abrieron la puerta de su lado para robarnos y del susto aceleré y mi novia se cayó”, detalló.
Según el parte policial, la historia fue diferente. Por versiones de los moradores del sitio se conoció que, al parecer, la pareja discutía en el interior del vehículo, y cuando Jonathan puso a rodar el carro “la señora se lanzó y el vehículo le pasó por encima de sus pies”. Enseguida los vecinos le arrojaron piedras al conductor para evitar su fuga, pero igual se fue.
El cuerpo de Diana fue recogido en las calles Balzar y Pimampiro, a las 23:25, a dos cuadras de su domicilio, por una ambulancia del Cuerpo de Bomberos. Fue trasladada al hospital Enrique Garcés, sur de la ciudad. Y según el reporte legal, aún estaba viva.
Clemencia supo que su hija estaba en la casa de salud tres días después, luego de que unos desconocidos le avisaran.
“En el hospital me dijeron que mi hija había ingresado el jueves a las 00:00, sin identificación. Sospechamos que Jonathan le había hecho algo (...) porque se le escapó decirme: no sé ni por qué peleamos, pero ella quiso abrir la puerta y quería bajarse. No fue mi culpa”, narró la mamá.
“El novio dice que no me contó nada (de que estaba internada) porque ella se lo pidió. Es imposible, Diana entró con muerte cerebral y estuvo intubada en terapia intensiva. Dos días mi hija agonizó solita, como que no tuviera familia. No pude despedirme ni siquiera y peor cuidarle”, lamentó.
Pero Jonathan dijo haber mantenido contacto con Diana el segundo día de hospitalización, mientras estaba en cuidados intensivos. “Me dijo que esté tranquilo, que iba a estar bien, que no les avise a sus papás porque no tenía una buena relación con ellos. Esa fue la última noche que le vi con vida”.
Diana murió el sábado 22 de mayo, a las 06:00. Según el informe médico, la causa fue hemorragia cerebral, provocada por un trauma craneoencefálico.
¿Femicidio?
Clemencia no concibe la idea de que su hija jamás volverá a sus brazos. Ella piensa que quien se la arrebató fue el conviviente de la joven. Esto aún no ha sido comprobado.
“Sus versiones son contradictorias. Dijo que unos ladrones le abrieron la puerta mientas el carro se movía, que ahí mi hija se cayó de cabeza y él sin intención aceleró. Después que a Diana le sacaron el celular y 40 dólares. Luego que se bajó a pelear con los ladrones y le rompieron la cabeza. Pero en el velorio dijo que los ladrones les han lanzado piedras”, contó la madre.
Malena Espinosa, hermana de la fallecida, dice que una carta hallada en la mochila de su sobrino, hijo de Diana, pudo ser el detonante para un posible ataque. “Diana estuvo casada antes, por 10 años. Se separó recién en diciembre. Le había escrito a su exesposo una carta, pero estaba rota. Pegué los pedazos que quedaban y se podía leer: extraño ser tu esposa, te extraño bastante, te sueño, porque fueron 10 años de amor y de látigo. Espero que algún día me perdones y volvamos a estar juntos”.
La familia jamás estuvo de acuerdo con esta nueva relación, en especial porque Jonathan fue su novio en la adolescencia y ahí supuestamente mantuvieron roces fuertes. Esto provocó un distanciamiento con sus padres.
A pesar de ello, Clemencia pudo despedirse de su hija unos días antes de su deceso. “Me llamó el lunes de esa semana para pedirme perdón por todo, pero lo que más me llamó la atención fue cuando dijo: mamita, discúlpame, 10 años no te he dado problemas y ahora otra vez vuelvo a estar como estúpida. Y antes de colgar me recalcó: verás que ya estamos bien”.
La familia solicitó el jueves 3 de junio, mediante un escrito legal, que se ejecute una serie de diligencias para que se esclarezca el deceso de Diana. Su madre pide celeridad a las autoridades para no dejar este hecho en la impunidad.
El novio de la joven manifestó a este Diario que está dispuesto a enfrentar la situación hasta las últimas consecuencias. “Si ellos me quieren meter preso, no me interesa. Diana y Dios saben lo que pasó en realidad esa noche”, finalizó.
EXTRA omitió el apellido de la pareja de Diana debido a que no existe un proceso legal contra el ciudadano.