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¿Quién era el Mesías de Quevedo? El hombre que atacó con un machetazo a un policía en 2021

Josué Mero recibió un machetazo que le dejó una herida de 19 cm en el cuello. Esto dañó su médula espinal y paralizó el 90 % de su cuerpo. Se ayuda con un laringófono para comunicarse

Josué Mero sufrió lesiones irreversibles en su médula espinal.
Josué Mero sufrió lesiones irreversibles en su médula espinal.daniel vite

En una silla de ruedas, sin movilidad en su cuerpo y ayudado por sus familiares, Josué Mero volvió al sitio donde aquel que se creía el Mesías, el Salvador del mundo, por poco se lo lleva a la muerte de un solo machetazo.

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Tres años y 59 días después de aquel suceso, el aún policía Mero llegó a la ciudad de Quevedo y recorrió las calles donde fue atacado. Lucía sereno, aunque también un poco pensativo. El lugar ha cambiado un poco con el paso de los años, pero los recuerdos pesan. Ese día, la ‘pelona’ le susurró al oído solo para decirle que no era su momento.

mesías
Extra entrevistó al Mesías en 2020. Decía tener la cura del covid’.Daniel Vite

Hoy su voz es muy baja y para que se pueda escuchar utiliza un laringófono (un micrófono de garganta) que le permite hablar e interactuar con las personas, con quienes lo único que quiere es poder compartir su historia de vida, pues asegura que Dios le permitió vivir “para poder llegar a mucha gente que está pasando por cualquier tipo de problemas”.

¿CÓMO FUE EL ATAQUE DEL MESÍAS AL POLICÍA?

De regreso a Quevedo, Mero se quedó en la esquina de la iglesia central. En su silla de ruedas recorrió el lugar donde aquel lunes 26 de julio del 2021 un sujeto apodado el Mesías le asestó un machetazo que por poco le vuela la cabeza, dejándole una herida de 19 centímetros a la altura del cuello.

Esto ocurrió cuando Mero, entonces con el rango de cabo, trabajaba como policía motorizado y salió en la mañana a patrullar. Cuando estaba por la esquina de la calle Séptima y 7 de Octubre, el Mesías, quien era un hombre con esquizofrenia, le pegó, sin mediar problema alguno, un machetazo que lo dejó tendido en medio de la calzada.

El policía cayó y mientras se desangraba en la calzada, en medio del alboroto, el atacante con su sotana blanca se embarcó en un bus, tratando de huir. Al parecer, no estaba tan loco como quería aparentar.

Sin embargo, otro agente que estaba cerca obligó a detener la marcha del autobús. En ese momento, el supuesto fanático religioso se bajó con el arma cortante que llevaba y trató de atacar al segundo policía, por lo cual el uniformado sacó su arma de dotación y le disparó en el abdomen.

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Tanto Mero como su supuesto agresor, heridos, fueron llevados al hospital Sagrado Corazón de Jesús, en Quevedo. Debido a la complicación en su estado de salud, el policía fue transferido a Guayaquil. El Mesías quedó internado allí y pocos días después murió.

SU VIDA COMO UN MILAGRO

Hoy, Josué Mero, pese a estar con el 90 % de su cuerpo ‘dormido’, sin movilidad, sigue siendo policía.

“La fortaleza que Dios me ha dado es para seguir adelante. Estar en este lugar donde tuve el ataque me ayuda a tener más fuerza. Estar aquí en este sitio donde casi pierdo la vida es como volver a nacer y eso me fortalece para contar mi historia a muchas personas y para agradecer a los comerciantes que me ayudaron en aquella mañana”, expresó Mero.

Al preguntarle sobre su sentimiento hacia la persona que lo dejó parapléjico, mira al cielo y asegura: “Lo perdoné desde el primer momento en que reaccioné”.

Aún más, agradece al Todopoderoso por el milagro de vida que le permite poder abrazar a sus tres hijos y su esposa, quienes se han mantenido siempre apoyándolo. Justamente, el menor de ellos, de unos seis años, lo acompañaba el día de su regreso a Quevedo.

Quiere ser abogado y ayudar

Hoy en día, postrado en una silla de ruedas, aún en servicio activo en la Policía, “sin cargo y función”, como una forma de ayuda de la institución, su idea es que, al contar su historia, “las personas reconozcan que no existen límites para salir adelante y que puedan ver el milagro de nacer de nuevo”.

Por ello, dijo, “desde que me levanto le pido a Dios que me dé tranquilidad y que me permita seguir cumpliendo con los sueños de motivar a las personas que más lo necesitan”.

Josué Mero tiene el 90% de su cuerpo paralizado.
Josué Mero tiene el 90% de su cuerpo paralizado.daniel vite

Incluso, en su afán de seguirse superando, empezó a estudiar la carrera de Jurisprudencia y espera graduarse para ponerse al servicio de los que más lo necesitan y también convertirse en un ejemplo de vida para muchos.

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