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“¡No mates a mi mamita!”, gritaba la hija de mujer apuñalada en Guayaquil
La menor de edad también resultó afectada por defender a su madre. El implicado fue detenido
Los gritos de auxilio de la mayor de las hijas de Carolina (nombre protegido) alertaron a sus vecinos. “¡Déjala, déjala, no mates a mi mamita!”, habría suplicado la menor de edad a su padre, aseguró María Quinto, habitante de las calles 25 y Calicuchima, en el suroeste de Guayaquil.
Carolina, de 32 años, fue atacada con un cuchillo, el agresor presuntamente es Alfredo de la Torre, su conviviente y padre de sus hijas de 13 y 8 años.
Este nuevo hecho violento, donde la víctima es una mujer, ocurrió a las 06:50 de ayer. Cuarenta y ocho horas antes en la parroquia Virgen de Fátima, kilómetro 26 de Yaguachi, una adolescente, de 16 años, también habría sido atacada por su pareja. El hombre utilizó un machete con el que intentó degollarla.
“Una vida de agresiones”
El padre de Carolina contó a este Diario que se encontraba durmiendo en su domicilio, ubicado a tres cuadras del hogar de su hija, cuando una vecina lo llamó por teléfono para contarle de la tragedia. “Venga que su hija está herida, el esposo la apuñaló”, le habría dicho la moradora.
Perturbado por la desagradable noticia salió corriendo para auxiliar a la tercera de sus cuatro vástagos. “Cuando llegué mi hija estaba tirada en el patio de la casa, bañada en sangre por las seis heridas hechas con un cuchillo. Mi nieta de 13 años también resultó afectada por tratar de defender a su madre”, relató el papá de la agredida.
Aseguró que no es la primera vez que a Carolina la ataca su conviviente, con quien tiene 15 años de relación sentimental. “Ha sido una vida de agresiones, otras veces la golpeaba. Incluso se separaron, pero luego volvían. Ese hombre no trabaja y mi hija mantiene el hogar. La cela por todo”, sostuvo el progenitor.
El mayor Diego Castro, jefe operativo del Distrito Portete, mencionó que, según la mamá de la víctima, el pasado viernes el sospechoso habría amenazado de muerte a su conviviente.
“En la mañana cuando ella iba al baño discutieron y luego él tomó un cuchillo y la apuñaló. La niña de 13 años se puso en medio de los dos para defender a su madre y es por eso que tiene un corte en la mano izquierda. Tanto la menor como su madre están estables”, manifestó el oficial de Policía.
Castro añadió que el sospechoso tiene antecedentes penales y también presenta cortes en su cuerpo, pero es porque con el mismo cuchillo se hizo las lesiones.
“Cuando ingresó la policía el individuo estaba encerrado en una habitación con su hija para tratar de evitar la detención. La señora estaba en el patio y junto a ella el cuchillo. Se trató de un intento de femicidio”, acotó el jefe policial.
“Una mujer agredida no se puede callar”
Karen Sánchez, abogada del Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer (Cepam), sostuvo que la mujer que es víctima de agresión por parte de su pareja debe acudir a la Fiscalía o a la Policía para denunciar “no puede callarse, porque se puede convertir en un femicidio”, dijo.
Explicó que seguramente el agresor pedirá perdón, “pero lo más probable es que vuelva a hacerlo, quizás esta vez no acabó con su vida, pero puede pasar después”, indicó.
La especialista manifestó que a un femicida se lo identifica por las constantes agresiones que realiza en contra de su pareja. “Comienza aislándola de la familia, con la violencia verbal, insultos como ‘no sirves, eres una inútil, tú tienes la culpa’, al principio la víctima no lo ve así, pero luego se vuelve una agresión física que termina en femicidio”, señaló Sánchez.