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Manta: 'Guineo' dio papaya y lo acribillaron
No eran juegos pirotécnicos, en realidad era una ráfaga de tiros que le propinaron a un hombre al que, al parecer, le estaban siguiendo los pasos.
Alejandro Vélez Sornoza, de aproximadamente 27 años, llegaba a su vivienda, la noche del miércoles 2 de marzo, cuando sujetos desconocidos lo interceptaron y le dispararon por repetidas ocasiones.
La víctima, cuyo apodo era 'Guineo', fue perseguida hasta el interior del Callejón Santana, ubicado en la parroquia Tarqui, jurisdicción de Manta, provincia de Manabí. Pese a sus intentos por salvar su vida, el hombre fue alcanzado por los proyectiles y cayó al suelo en posición decúbito ventral.
Luego del tiroteo el sector fue un caos. Los vecinos salieron a ver qué ocurría y se toparon con el cadáver de Vélez bañado en su propia sangre y en plena calle.
"Esto fue horrible, parecían torpedos, uno tras otro. El venía tratando de huir, pero no llegó a refugiarse a su casa", contó un lugareño, quien evitó identificarse.
Las unidades especializadas de Criminalística y Dinased cercaron el perímetro de la escena del crimen, debido a que quedaron dispersos los indicios balísticos.
"El llegaba a su casa, allí vive con su esposa y tres hijos. Al parecer ya lo estaban cazando. Como se dice popularmente, dio papaya", expresó aún nervioso otro morador de la zona.
Los agentes investigadores levantaron al menos 39 indicios balísticos en la escena, provenientes de un arma de fuego, calibre 9 milímetros.
Treinta heridas de bala
El fiscal Roger Pachay, luego de autorizar el levantamiento del cadáver, informó que el cuerpo de Vélez presentaba preliminarmente 30 heridas causadas por las balas, sin embargo, sería la autopsia la que iba a determinar finalmente con certeza los disparos que acabaron con la vida.
El cadáver fue trasladado al Centro Forense de Manta en medio del llanto de sus familiares.
Antecedentes delictivos
El hombre acribillado, de acuerdo con la página web de la Función Judicial, registra antecedentes por robo y asociación ilícita. Los uniformados no descartan que en base a ello podría tratarse de un caso más registrado por disputa entre organizaciones delictivas o ajuste de cuentas.
Por las características de su asesinato, se presume que se trató de una muerte perpetrada al estilo de sicariato. Hasta el momento no hay aprehendidos, los agentes buscaban cámaras de circuito cerrado para dar con el vehículo usado e identificar a los pistoleros.