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Lluvias en Cuenca no fueron suficientes para superar el estiaje de los ríos
De acuerdo con el último reporte de ETAPA EP, el río Tomebamba se mantiene en estiaje
Las lluvias de este martes 26 de noviembre en Cuenca ayudaron a incrementar el caudal del río Tomebamba, que abastece el embalse de Mazar, aunque el aumento fue mínimo. Según el último reporte de la Empresa Pública Municipal de Telecomunicaciones, Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Cuenca (Etapa EP), el río sigue presentando un nivel de estiaje.
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Alrededor de las 19:00 de este martes, la empresa publicó en sus redes sociales que el caudal del río Tomebamba había comenzado a aumentar. Sin embargo, en su último informe a las 23:00, indicó que el río seguía en nivel de estiaje. El caudal pasó de 0.70 m³/s (metros cúbicos por segundo) a 1.06 m³/s, lo que aún se considera como estiaje.
🌧️ #Atención #Caudales 23H00 🌊 | Las lluvias registradas la tarde y noche del martes 26 de noviembre fueron considerables, lo que permitió que los ríos Yanuncay, Tarqui y Machángara pasen a estado bajo.@czamoramatute @maveronicapolo @MunicipioCuenca pic.twitter.com/zwN8c4G8mf
— ETAPA EP (@ETAPAOficial) November 27, 2024
En cuanto a los otros ríos de Cuenca (Yanuncay, Tarqui y Machángara), las lluvias propiciaron un aumento en sus caudales, lo que les permitió pasar de un nivel de estiaje a un "estado bajo".
137 días con sequía hidrológica
Los cuatro principales ríos de Cuenca – Tarqui, Machángara, Yanuncay y Tomebamba – atraviesan una de las sequías más severas de los últimos años, lo que se refleja en sus caudales, que desde julio se han mantenido en niveles alarmantemente bajos. Esta situación afecta no solo el suministro de agua potable, sino también la generación de energía eléctrica en las hidroeléctricas.
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Según los funcionarios de ETAPA, la sequía hidrológica que afecta a Cuenca requiere entre 10 y 15 días consecutivos de lluvia para que los ríos logren recuperar sus caudales. Sin embargo, las precipitaciones hasta el momento han sido esporádicas y no han tenido el impacto necesario para aliviar la crisis.
Este fenómeno, que ha persistido durante 137 días consecutivos, ha generado gran preocupación tanto entre las autoridades como entre la ciudadanía, quienes enfrentan restricciones en el suministro de agua potable y la creciente amenaza para la producción de electricidad.
¿Cómo afecta esta situación a la crisis eléctrica del país?
El estiaje en los ríos de Cuenca tiene un impacto directo y significativo en la producción de electricidad en Ecuador. Al ser afluentes importantes del río Paute, estos ríos aportan un caudal considerable al embalse de Mazar, el cual alimenta la central hidroeléctrica de Mazar. Cuando el caudal de estos ríos disminuye debido al estiaje, la cantidad de agua disponible para generar electricidad se reduce drásticamente.
La disminución en la generación hidroeléctrica tiene consecuencias a nivel nacional. Dado que las hidroeléctricas son una fuente de energía fundamental en Ecuador, una menor producción es lo que genera desequilibrios en el sistema eléctrico, lo que lleva a racionamientos o cortes de energía.
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