En un dramático anuncio en televisión pública, el ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, reveló este sábado la detención de dos ciudadanos españoles. Los acusó de estar vinculados con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España y de planear la compra de ‘fierros’ y asesinatos.

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Este episodio se enmarca en un contexto de tensión tras las elecciones del pasado 28 de julio, en las que el presidente Nicolás Maduro ha mencionado tener enemigos en todo el mundo, incluyendo al presidente argentino Javier Milei, el empresario Elon Musk, WhatsApp, Estados Unidos y varios otros países. Según Maduro, todos buscan perseguirlo y desestabilizar Venezuela.

“Fueron detenidos dos ciudadanos españoles en Puerto Ayacucho: José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme, en una situación irregular, tomando fotos. Encontramos en sus teléfonos vínculos con María Teresa Clavijo, de Aragua, dirigente de Vente Venezuela, vinculada a los mal llamados ‘comanditos’ (grupo de voluntarios de la oposición liderados por María Corina Machado)”, declaró Cabello.

Andrés Martínez Adasme, de 32 años, y José María Basoa Valdovinos, de 35, son dos vecinos de Bilbao que, según sus familias, no tienen relación alguna con el servicio secreto y se encontraban en Venezuela como turistas. Sus familias denunciaron su desaparición el pasado 9 de septiembre en redes sociales, donde rogaron por ayuda para localizarlos.

Por su parte, el Ministerio español de Asuntos Exteriores emitió ayer un comunicado negando cualquier implicación española en la supuesta trama: “España desmiente y rechaza cualquier insinuación de estar implicada en una operación política en Venezuela. El Gobierno ha constatado que los detenidos no forman parte del CNI ni de ningún otro organismo estatal”.

Adelantándose a que España pudiera decir algo similar, Cabello afirmó en su rueda de prensa: “España va a responder que es mentira. Pueden decir lo que quieran, sus agentes están confesando”. Incluso, el ministro chavista acusó al servicio de inteligencia español de colaborar con una operación desestabilizadora diseñada por la CIA ‘gringa’.

En el trasfondo de la crisis está el asilo en España al candidato opositor en las elecciones pasadas, Edmundo González, quien llegó a Madrid el pasado 8 de septiembre en un avión de la Fuerza Aérea española.

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