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Jóvenes enseñan gratis a niños de escasos recursos
No estudiaron pedagogía, pero tienen todas las ganas de aportar en la educación de familias vulnerables, incluso en aquellos que no alcanzaron a escolarizarse.
Cuando el coronavirus ingresó al país y desató sus terribles consecuencias, el corazón de María Alejandra González se inquietó. “Tengo que ayudar”, dijo de inmediato la guayaquileña de 20 años. Quiso aportar financieramente a los más necesitados, pero no le fue posible, sin embargo, se le ocurrió algo igual de valioso: invertir en la educación, por eso creó el programa gratuito, a través del cual se refuerza a niños de octavo, noveno y décimo grado, de escasos recursos, cuyas edades van de 12 a 14 años.
Actualmente 110 menores de la comunidad de Monte Sinaí, en Guayaquil; y Engabao, en Playas, se han beneficiado con esta iniciativa académica, la misma que cuenta con 70 voluntarios entre nacionales y extranjeros, quienes imparten las cinco asignaturas que comprende el programa: Inglés, Matemáticas, Lenguaje, Sociales y Ciencias Naturales.
El contenido de las clases está basado en el material que proporciona el Ministerio de Educación. Aunque su fundadora y coordinadora general del proyecto afirma que el estudiante también puede proponerle a su tutor que le refresque algún tema que no lo entienda o domine, pero esto lo debe comunicar con anticipación para que el profesor se prepare.
Contacto por redes
Los padres de familia que deseen que sus hijos refuercen conocimientos, pueden comunicarse con ellos a través de las redes sociales, en Instagram: @aprendiendocasaec y Facebook: Aprendiendo Desde Casa.
“A los padres se le da información básica sobre el plan y si desean seguir con el proceso se realiza una breve entrevista, en la cual se llena una base de datos y una carta de compromiso (se responde un correo evidenciando su conformidad con lo acordado). Es muy importante la disposición y la voluntad, tanto de los padres, estudiantes y maestros”, señala González.
Estas mismas redes han servido para contactar a los maestros voluntarios de la red. Los que se han sumado a esta labor son de la provincia del Guayas, Pichincha, Chimborazo, Manabí, también hay un maestro que vive en Londres y pese a la diferencia de horarios, se ajusta para dar sus clases de inglés. De México también han manifestado su deseo de unirse a esta causa. La mayoría de maestros son profesionales o están cursando el último año de sus carreras.
Para ser instructor debe de tener experiencia previa dando clases o en el voluntariado; y permanecer los dos meses que dura cada módulo.
De viernes a domingo
Las clases son los fines de semana y cada materia dura una media hora, pero tienen 10 minutos para poder conectarse, ya sea por la plataforma Zoom o por Whatsapp, los ‘profes’ se ajustan a la herramienta que tenga el alumno.
Se toma asistencia (con dos faltas injustificadas no puede continuar con la instrucción), se rinden pruebas de lo aprendido, incluso al finalizar los módulos se les otorga un certificado digital.
Es que ellos están bien organizados, cuentan con coordinadores en cada materia; de admisiones tanto de alumnos como de maestros y de redes sociales. Entre ellos se reúnen los domingos para retroalimentarse y ver cómo van las clases.
María Alejandra es de las que piensa que el mundo se puede cambiar a través de la educación y eso lo aprendió de su madre, Verónica Durán, quien tiene 28 años dentro del magisterio.