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  • Elizabeth Banchón, arrimada a su cocina, que quedó chamuscada. Su casa desapareció del mapa.Miguel Canales
  • Adita Cevallos y su hija Gabriela recibieron ayuda de algunos vecinos.Miguel Canales
  • A los afectados les entregaron colchones, de parte de las autoridades.Miguel Canales

¡El negocio se les hizo ceniza!

En la cooperativa Voluntad de Dios, en Monte Sinaí, un incendio ‘cortó’ las ilusiones de una familia que vendía empanadas, helados y desinfectantes.

Sentada junto a su cocina quemada, pensaba cómo recuperarse. Solo le quedó la ropa que llevaba puesta. “Nos quedamos sin nada”, dijo Elizabeth Banchón, de 42 años, una de las afectadas en el incendio que consumió 4 casas y dejó con los brazos cruzados a 5 familias en Monte Sinaí, noroeste de Guayaquil.

Hace tres años la mujer instaló un negocio de venta de empanadas, helados y desinfectantes. Pero las llamas la dejaron en cero la noche del último sábado. Se le quemó la cocina en la cual hervía los plátanos para elaborar las empanadas, la nevera que le servía para congelar los helados y bolos, y una moto que era utilizada por su esposo Julio Arias para repartir los productos a quienes los pedían a domicilio.

Sus herramientas de trabajo estaban allí al aire libre, pero solo servían para venderlas como chatarra. “Ojalá alguien nos extienda la mano para empezar de nuevo en estos momentos difíciles. Con el negocio teníamos para la comida, pero todo quedó en nada. No sabemos qué hacer”, expresó la fémina, que tiene dos hijas, de 5 y 12 años, que la noche en que ocurrió el incendio habían salido con ella a realizar varias entregas. “Los vecinos me llamaron y me comunicaron que mi casa estaba envuelta en llamas. Nos regresamos de inmediato, pero ya no se pudo hacer nada, todo estaba quemado. Los amigos intentaron apagar el fuego lanzando agua, pero no se pudo”, añadió Elizabeth Banchón, quien hace 12 años llegó al barrio, donde construyó una casa de madera y caña.

La mujer contó que el incendio habría comenzado en casa de la vecina Adita Cevallos, producto de un cortocircuito. El viento, que soplaba con intensidad, hizo que las llamas agarren fuerza y consuman cuatro casas en pocos minutos. “Tuvimos que recoger hojas de zinc y armar un techo para pasar la noche. Los vecinos nos han ayudado con algo de comida”, contaba mientras era calmada por la dirigente barrial Elaine Gonzaga, que había arribado al sitio para coordinar ayuda en la manzana 507, en el sector denominado La Cantera, en la cooperativa Voluntad de Dios, de Monte Sinaí.

A RECOGER ESCOMBROS

Gabriela Cevallos, otra de las personas afectadas por las llamas, llegó para recoger los escombros de su casa. A inicios de la pandemia ‘huyó’ hacia Salitre, para poner a buen recaudo a su madre Adita Cevallos, quien sufre de discapacidad visual.

“El virus estaba fuerte por este sector y decidimos irnos para que mi mamá no se contagie. Dejamos la casa cerrada y ahora que regresamos, todo está quemado”, manifestó la mujer, que está en su quinto mes de embarazo.

La Secretaría de Gestión de Riesgos les entregó vituallas, pero los afectados dijeron a EXTRA que necesitan más manos solidarias para salir de la angustia.

"En estos momentos difíciles tenemos que darnos la mano entre vecinos. Pero falta más ayuda para los afectados”. 

Elaine Gonzaga, líder barrial