Cuando eran las 15:11 del viernes 6 de diciembre, Santos Barzola recién había llegado con sus papas rellenas y empanadas a la zona donde las suele vender, fuera de un local de venta de colchones, en el kilómetro 6,5 de la vía a Daule, en el norte de Guayaquil.

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El hombre acomodaba su vitrina con la comida. Estaba por iniciar una jornada más de trabajo, pero de repente notó algo malo. De aquel local vio salir una humareda. El sitio se estaba incendiando. “Lo que tuve que hacer es moverme de allí afuera”, recordó el comerciante. Se alejó a unos 15 metros de distancia, para estar menos expuesto a las llamas.

Aquella acción probablemente lo salvó de resultar afectado, pues un carro que estaba estacionado en el ingreso al local, cerca de donde suele comercializar su comida, también fue alcanzado por el fuego, quemándose totalmente.

El negocio afectado es parte de un domicilio de tres plantas. El espacio para la venta de colchones está en el costado derecho de la planta baja. En el lado izquierdo hay una ferretería, en el piso de arriba una iglesia cristiana y en la terraza un departamento.

El fuego se originó en el punto de venta de colchones, luego se extendió hasta el coche y también afectó parte de la iglesia superior, rompiendo un ventanal y quemando objetos en el interior.

Lo más trágico fue que una madre y su hija, de unos diez años, fallecieron dentro del lugar donde estaban los colchones. La mujer era una de las dueñas.

Extraoficialmente se rumoró que el incendio habría sido el efecto de un atentado en el sitio. Sin embargo, una fuente policial indicó que no se trató de un hecho criminal. La causa de las llamas está en investigaciones.

Aliviados, pero dolidos

La ferretería tuvo daños en el letrero, pero la mercadería no se calcinó. Los propietarios del emprendimiento, una pareja de esposos, quienes alquilan ese local, aunque sienten algo de tranquilidad por no tener mayores pérdidas, están dolidos por lo ocurrido con la madre y su pequeña.

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La señora de la ferretería, al ver el humo, alcanzó a bajar rápido la puerta enrollable, evitando que las llamas ingresen a su negocio. Quiso prestar ayuda, pero no pudo hacer nada. “Ella salió luego con un extintor, para intentar apagar el fuego. Las personas que trabajan cerca también salieron con extintores para ayudar”, comentó el esposo.

Personal del Cuerpo de Bomberos arribó para extinguir el fuego. El teniente coronel Leopoldo Terán, segundo jefe de la institución, confirmó los decesos de la progenitora y su nena.

Este sábado 7 de diciembre por la mañana, familiares de las víctimas estaban dentro del laboratorio de Criminalística, tramitando el retiro de los cuerpos. Se conoció que los velorios iban a efectuarse en el transcurso de la tarde. 

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