En Barcelona, España, dos hermanas se suicidaron la madrugada del lunes en su departamento, horas antes de ser desalojadas por impago de alquiler. Antes de quitarse la vida, las mujeres, de 64 y 54 años, dejaron una nota junto al oficio del juzgado, que advertía del intento de suicidio por el desahucio.

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Según las investigaciones, las hermanas acumulaban una deuda de 9.000 euros por impagos desde marzo de 2021. El propietario del inmueble había presentado la demanda de desahucio en mayo de 2023, tras agotar las vías de diálogo y mediación.

Vecinos del edificio donde vivían las hermanas relataron que la familia ocupaba el piso desde hace años, inicialmente alquilado por sus padres. Tras el fallecimiento de la madre en febrero de 2021 a causa del COVID-19, las hermanas quedaron solas en la vivienda, coincidiendo esta fecha con el inicio de los impagos.

Desde el Observatorio DESC, especializado en derechos económicos, sociales y culturales, su directora, Irene Escorihuela, lamentó la tragedia y señaló que, si bien en este caso se intentó la intervención desde la administración, "no es un caso aislado".

Escorihuela enfatizó que este tipo de situaciones, donde el desahucio conduce a desenlaces fatales, son "un indicador claro de que existe un problema con la vivienda" y que las administraciones deben tomar medidas más contundentes para evitar que estas tragedias se repitan.

Este nuevo caso de suicidio por desahucio vuelve a poner sobre la mesa la urgente necesidad de abordar la problemática habitacional en España, especialmente en las grandes ciudades donde los precios de los alquileres son cada vez más inaccesibles para muchos sectores de la población.

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