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¡Halló a su hija apuñalada, en el sur de Quito!
Mujer trans fue asesinada en el sur de Quito. Su mamá, luego de que Cristina no respondiera, decidió buscarla. El novio sería el principal sospechoso.
Olga Rodríguez se preocupó porque, durante dos días, llamó en varias ocasiones al celular de su hija, pero ella no contestaba.
La mañana del pasado domingo, la madre la fue a ver a su casa, ubicada en la calle Carapungo, sur de Quito, y se percató de que el vidrio de la puerta estaba roto. Enseguida tuvo un mal presagio. Pensó que habían robado.
Cuando la señora, de 62 años, entró todo parecía normal. Las cosas estaban en su lugar y nada había desaparecido. Sin embargo, cuando ingresó al dormitorio de Cristina Rodríguez se encontró con una escena desgarradora.
Estefanía Flores. Prima de la víctima
La mujer trans, de 32 años, estaba sobre la cama con varias heridas de puñal en su espalda. Cerca del cadáver estaba Pinky, su perrito.
La mamá salió angustiada a pedir auxilio y llamó a la Policía. Los moradores del sector se acercaron al lugar tras escuchar los alaridos de Olga.
Horas después, una vecina que vive junto a la casa de la víctima contó que la noche del sábado se escucharon gritos desde aquel domicilio.
INVESTIGACIÓN
La familia de Cristina presume que el responsable de su muerte sería su pareja, porque la última vez que supieron de ella su novio contestó el celular.
Según Dayanna Flores, prima de la víctima, el jueves de la anterior semana Cristina le habría tinturado el cabello a su madre. Aquella noche, la señora le habría llamado a su celular para agradecerle por el trabajo que realizó y para asegurarse que llegó bien a su vivienda, pero ella no contestó sino su pareja.
Él le habría dicho a Flores que Cristina estaba dormida porque llegó cansada. El viernes y sábado, los parientes de la joven quisieron comunicarse insistentemente pero el teléfono móvil estaba apagado.
Fue entonces cuando su madre decidió visitarla y la halló muerta.
Personal de la Dinased y Criminalística entrevistó a los allegados de la víctima para saber más del sospechoso, quien no tiene celular ni un perfil en redes sociales.
Lo único que se conoce de él es que es voluntario de una fundación y que solía ayudar a las monjas y sacerdotes de la iglesia de La Merced y La Basílica, en el centro de Quito. Cristina tenía más de un año de relación con él.
EN DICIEMBRE CUMPLÍA AÑOS
Todos la recuerdan como una mujer carismática. Ella era estilista y sus clientes la llamaban ‘Cris’, de cariño. Estefanía Flores, prima de la víctima, la consideraba una chica vanidosa, “se arreglaba muy bonito, me gustaba cómo se maquillaba”, contó.
El cuerpo de ella fue retirado de la morgue al mediodía de ayer y sus restos fueron velados en una funeraria de La Ajaví, en el sur de Quito. Sus parientes piden justicia en el caso.