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Guayaquil
Alimentadores le hacen el feo a usuarios de pequeño paradero junto a terminal de la Metrovía
Además de la demora de los buses alimentadores, muchos de estos pasan de largo, con lo que perjudican a los pasajeros en sus actividades diarias.
Pasan los minutos y Ronny Pereira mira a cada rato la hora en su teléfono celular. Este joven artesano, junto a otros usuarios de la Metrovía, está sentado en el pequeño paradero ubicado afuera de la terminal de Metrobastión, ubicado en la calle 24B NO, en el noroeste de Guayaquil. Ellos esperan por buses alimentadores que los ingrese al recinto para tomar los articulados que los lleve al centro y otros puntos de la ciudad.
Los usuarios se quejan de que a más de la demora de los autobuses abastecedores, muchos de ellos pasan de largo, no los toman en cuenta, entran a toda carrera a la terminal. Lo más extraño de todo, es que luego de las 8 de la mañana, algunos de los conductores desentendidos llevan apenas ocho o diez pasajeros.
"No van llenos y aún así no nos llevan", se queja Pereira. "Aquí uno muere de sed a la orilla del río", acota en referencia a que la entrada a la terminal está a escasos 40 metros.
Una pasajera que omitió su nombre, y quien vive la misma suerte a diario, intentó la mañana de este 13 de mayo de 2022, arengar a los demás pasajeros a entrar a pie a la terminal y pagarle el pasaje al guardia que está en la garita.
"Vamos todos -les decía-, si el guardia se opone le decimos que no es culpa nuestra, porque los buses no nos quieren coger".
En medio de la arenga, un alimentador tuvo el tino de parar y con ello terminó el conato de protesta.
"Ya entramos, pero mañana se repetirá nuestra triste historia nuevamente", pronosticó una mujer que iba cargada de pesadas bolsas".
Luego de dos años de pandemia, estos comodines o alimentadores volvieron a dar el servicio en todas sus rutas, sin embargo, algunos conductores que trabajan en Metrobastión no parecen haberse enterado de que metros antes de llegar a la terminal también hay usuarios que pagan su pasaje y tienen los mismos derechos que los que están en otros sitios de la ciudad.