El sacerdote dio por finalizado el oficio religioso y el devoto Vicente Palacios se levantó, avanzó hasta la zona del altar de la Catedral de Guayaquil, donde está la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, abrió sus manos y oró ante ella, en vísperas de la finalización del año dedicado a esta advocación, por la recordación de los 150 años de la consagración del Ecuador.

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Ante aquel cuadro de Cristo con un cetro en su mano derecha y un globo terráqueo en la otra, bendecido en noviembre de 2023, en el inicio de la celebración, el hombre procedente del Guasmo sur, afirmó que: “Él (Jesús) es quien me cuida” y por eso cada día dedica unos minutos a pedirle, a agradecerle. Lo hace continuamente cuando acude a los actos litúrgicos en el principal templo porteño o en su casa,

Como Palacios, muchos otros feligreses también contemplaron la representación con la que harán la procesión y misa campal de clausura del año dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, el próximo 23 de noviembre, en la avenida Machala y calle Brasil (frente al Colegio Guayaquil).

Renovación de consagración

Al inicio del año jubilar dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, monseñor Gustavo Rosales obispo auxiliar de Guayaquil, manifestó que como Arquidiócesis de Guayaquil se replicó el acontecimiento de consagración, realizado en marzo de 1874.

También se propuso que la recordación no quede como un evento histórico, aislado, sino que sea un año de actividades para poder tener la presencia de Jesús y que en las parroquias y comunidades vivan esta consagración de alguna manera y puedan renovarla.

Por ello, hicieron varias actividades en las parroquias, como talleres en los que expusieron la importancia de la devoción, así como el significado de la consagración y decenas de personas se entregaron a esta advocación.

También realizaron recorridos de los cuadros peregrinos por la siete vicarías episcopales, entronizaciones en los hogares, peregrinaciones de jóvenes y un acto penitencial de los sacerdotes por las calles en la zona céntrica de la urbe porteña.

Fue un año de oración ferviente para que el Sagrado Corazón de Jesús reine en cada uno de los creyentes y restaure la paz en el Ecuador y ese será el principal pedido durante el acto de clausura. 

Misa de clausura

El acto del 23 de noviembre empezará a las 07:00 con animación, seguirá con el rezo del Santo Rosario y la procesión del Sagrado Corazón de Jesús desde la Catedral, y a las 09:00 será la eucaristía de clausura.

Bendición papal

La ceremonia será presidida por el arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera Herrera, quien  fue elegido como nuevo cardenal de la Iglesia Católica, y asumirá sus funciones el próximo 7 de diciembre.

Tras dicha designación, el Papa Francisco le ha concedido al arzobispo la facultad para impartir la bendición papal y la indulgencia plenaria a todos los feligreses que participen en la clausura del Año del Sagrado Corazón de Jesús.

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