Para el dueño de una recicladora, en el sur de Guayaquil, los últimos ocho días han sido de espanto. El martes de la semana pasada, una de sus colaboradoras recibió en su celular un mensaje amenazante con respecto al negocio. Este martes 21 de noviembre, en cambio, contra el local se ejecutó un atentado y el afectado por poco casi pierde el camión que aún está pagando.

La primera alerta fue a través de un sobre. Sujetos llegaron al sitio y pretendían dejar el papel, que posiblemente contenía una advertencia. En ese rato solo estaba la trabajadora, pero se negó a recibirlo. Los tipos se marcharon, pero no se quedaron tranquilos.

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Al poco rato, la mujer recibió un mensaje desde un número desconocido. “Decía que si no colaboraba con 3.000 dólares iba a haber un atentado contra la familia, los trabajadores”, cuenta el ciudadano.

Pasaron los días. En el negocio todos estaban con tensión, pero no había ocurrido nada raro... hasta este martes. A las 04:45, un artefacto explosivo estalló en el portón del local. Fue un estruendo tan fuerte que incluso se escuchó cuatro cuadras a la redonda. “Fue bien potente, hasta me caí de la cama del susto”, indicó un morador.

Quienes habitan cerca del negocio, en la cooperativa Santiago de Guayaquil 2, a un costado de la avenida Pío Jaramillo, varios minutos después salieron de sus casas a ver lo que había ocurrido y se percataron de que el estallido se produjo en el portón de la recicladora.

Posteriormente, cuando amaneció, llegó el propietario y tuvo dos reacciones: se quedó más preocupado con lo ocurrido, pero al mismo tiempo sintió un ligero alivio. Y es que el portón prácticamente quedó intacto. Apenas se le dobló un riel, lo que impedía abrirlo.

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Asimismo, a su camión que estaba guardado dentro no quedó deteriorado. Pero una lámina de vidrio que estaba junto al transporte pesado se hizo trizas.

“La ventaja es que esa puerta es fuerte, si no lo fuera la tiraban abajo. El camión es nuevo, tiene dos meses y lo estoy pagando, imagínese si se dañaba”, dijo.

En Pascuales, parroquia urbana de Guayaquil, también han ocurrido atentados similares entre el domingo y este martes. En esos tres días hubo tres alertas de este tipo, según datos policiales.

El domingo sucedieron dos de las novedades. Una fue a las 00:20, en una farmacia de la avenida 28 de Agosto. Tres horas después, en un supermercado aledaño, se registró el segundo caso. La última alerta ocurrió este martes, a las 04:30.

En todos los hechos se colocaron artefactos explosivos en las puertas de los locales, causando daños en las infraestructuras.

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