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Gasparín dio ‘papaya y lo quebraron’ en Milagro
El individuo estaba jugando cartas en los exteriores de su domicilio cuando fue sorprendido por sus verdugos. Le dieron dos plomazos
La amenaza de muerte que pesaba sobre Carlos Gabriel Gómez Silva finalmente se cumplió al caer la tarde del martes 8 diciembre de 2020, mientras jugaba cartas en los exteriores de su vivienda, en la ciudadela La Lolita, al norte de Milagro.
Epifanio Gómez, tío del occiso, relató que Gasparín, como le decían a la víctima, estaba jugando cartas con unas chicas cuando fue sorprendido por dos sujetos que viajaban en una moto azul y sin placa. El sujeto quiso evadir las balas y corrió varios metros, pero sus verdugos fueron más ágiles y le propinaron dos tiros: uno en el abdomen y otro en la espalda.
Cumplida la misión los pistoleros huyeron mientras que en la calle lastrada yacía el cuerpo de quien, según su familia, todavía presentaba signos vitales.
“Por favor ayúdenlo. Un carro para llevarlo al hospital”, repetían los testigos mientras grababan con sus celulares al ciudadano que será recordado no solo por sus malas acciones, sino también porque gustaba mucho del indor y de los juegos tradicionales como el trompo, la bolilla y las cometas.
Luego de varios minutos y con la presencia de la policía, amigos embarcaron en una moto el cuerpo flácido del herido y lo llevaron hasta el hospital León Becerra, de Milagro, en donde los galenos solo confirmaron su deceso.
El escenario de este crimen se dividió en dos partes. Por un lado los deudos, quienes se encontraban en el centro hospitalario lamentando lo sucedido y reprochándose los unos a los otros sobre el porqué lo dejaron salir de casa; y por otro, en el lugar de los hechos, sus amistades observaban al personal de Criminalística levantar tres indicios balísticos. Dos de los tres disparos fueron directos a la humanidad de Gasparín.
El fallecido registra antecedentes por robo y otros delitos, según el portal web de la Fiscalía General del Estado. Incluso, siendo menor de edad, fue partícipe de varios hechos delictivos y prácticamente se había ganado un espacio en el campo delictivo.
En agosto había recuperado su libertad y debido a las amenazas que recibió supuestamente desde el Centro de Rehabilitación Social de Guayaquil, huyó hacia Perú para salvaguardar su vida. Del vecino país retornó a Milagro hace tres semanas, aproximadamente, y debido a que presentaba graves problemas en su salud, permanecía ‘guardado’ en su casa. Su condición física ya no era la misma, actualmente no tenía cabello y su contextura era bastante delgada.
El alto mando policial confirmó que la víctima tiene antecedentes penales y que la propia familia reconoció que su asesinato, bajo la modalidad de sicariato, respondería a un ajuste de cuentas en el que estarían implicados reos de la Penitenciaría del Litoral.