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Te explicamos qué es la muerte cruzada y qué pasaría con el Gobierno de Lasso
En la situación política y social que vive el país, la Asamblea Nacional y el presidente pueden remover al otro acogiéndose a diversos artículos de la Constitución.
Tras la crisis social y política que vive el país por las movilizaciones lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la bancada de legisladores de UNES pidió la destitución del presidente Guillermo Lasso. Por su parte, el mandatario podría lanzar un decreto en el que se disuelve la Asamblea Nacional, cualquiera de las dos acciones que tomen las autoridades estas son conocidas como "muerte cruzada".
"Se llama muerte cruzada, porque en cualquiera de los dos casos, ya sea que se active por parte de la Asamblea o por parte del presidente de la República, entran en un proceso en la que hay que convocar a nuevas elecciones", explica Libia Rivas, abogada constitucionalista.
De acuerdo a la especialista en leyes, para tal proceso la Asamblea se acogería al artículo 130 y e presidente al artículo 148 para la disolución del legislativo. Te explicamos qué sucedería en ambos casos:
¿QUÉ PASARÍA SI LA ASAMBLEA DESTITUYE AL PRESI?
Desde el 25 de junio de 2022, la Asamblea Nacional se ha reunido con sus 137 legisladores para debatir si se aprueba la remoción del presidente. Todo esto, luego de que asambleístas del movimiento político UNES solicitaran el proceso acogiéndose al artículo 130 inciso 2, en el que se establece que los parlamentarios pueden destituir al jefe de Estado por una grave crisis política y conmoción interna.
"Cuando la Asamblea Nacional empiece este proceso de destitución del presidente de la República tiene que remitirse al artículo 51 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa", detalla Rivas.
En este proceso se convocará una sesión ordinaria o extraordinaria en el Pleno de la Asamblea para conocer en un solo debate la destitución presidencial. También se notificará al mandatario la hora y fecha en la que ejercerá su derecho a la defensa. En caso de que no comparezca se seguirá el proceso.
"Luego de que se haya cerrado el debate, se hayan incorporado las pruebas incorporadas por el presidente y haya ejercido el derecho a la defensa. La Constitución señala que en 72 horas debe resolver motivadamente sobre la basa de las pruebas de descargo presentada por el presidente", amplía.
En este caso, Lasso solicitó que se incorporen al proceso oficios, los legisladores tendrán que valorar estas pruebas para tomar una decisión que puede ser a favor o en contra de su destitución. Necesitarán 92 votos para su destitución, es decir, la mayoría calificada.
Si se llega a remover al mandatario, su cargo lo asumiría el vicepresidente y la Asamblea se mantendría. En siete días el Consejo Nacional Electoral (CNE) deberá convocar elecciones presidenciales y legislativas para que, en 90 días se realicen la primera vuelta y en 90 días más la segunda vuelta, "tendríamos un nuevo presidente, vicepresidente y nuevos asambleístas, pero que estarían en funciones solo hasta que termine el periodo inicial, por el tiempo que quede su posición en el cargo", señala la constitucionalista.
¿QUÉ PASARÍA SI LASSO DISUELVE LA ASAMBLEA?
En contraposición de todo el proceso que debe pasar la Asamblea, para destituir al presidente, en el caso de que el jefe de Estado decida disolver el legislativo, bastaría solo la firma de un decreto ejecutivo. "La consecuencia de esto es: el presidente queda en el ejercicio del poder, desaparece la Asamblea Nacional. Podría dictar decretos y leyes calificados de urgentes en materia económica, pero requiere el dictamen previo de la Corte Constitucional", explica.
Al igual que con la destitución presidencial, en este caso, en siete días el CNE tendrá que convocar a elecciones presidenciales y legislativas para que, en máximo 90 días, se vuelvan a elegir un nuevo presidente y Asamblea Nacional.
En estos nuevos comicios, Lasso podría relanzarse como candidato y de ser el ganador, la Corte Constitucional recalca que la victoria será genuina y una "ratificación por parte del pueblo". Esta relección no contará como un nuevo periodo por lo que tendrá que gobernar el tiempo que quede del anterior mandato.