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Enigmas: un ser maligno atormenta a joven machaleña
Hace 5 años un ser maligno atormenta a Emilse Villacís. La joven machaleña asegura que ha sido atacada físicamente por esta supuesta entidad
Los días dejaron de ser buenos para Emilse Villacís. Durante dos meses, aproximadamente, la joven, de 22 años, se despertaba con golpes en sus brazos, moretones y rasguños que le dejaban heridas, al punto que no los podía mover del dolor.
Aparte, todas las noches, sin excepción, cuando lograba conciliar el sueño, tenía pesadillas, en las que se le aparecía una sombra negra, con aspecto de un hombre delgado y que portaba un sombrero.
Ella y su familia no entendían cuáles eran las razones de estos hechos extraños. Ya no quería entrar a la habitación de su casa, en Machala, provincia de El Oro. Fue por aquello que contrataron a dos espiritistas.
“Era extraño porque solo me pasaba en mi cuarto. Cada vez los golpes eran más fuertes y las marcas más grandes, incluso los adornos y las cosas de mi cuarto se empezaron a caer y en mis pesadillas la sombra me terminaba asesinando de alguna manera”, recordó.
En enero de 2018, las especialistas realizaron un exorcismo (práctica espiritual contra una fuerza maligna) en su cuarto por unas tres horas, solo se concentraron en ese espacio de su casa porque fue donde sintieron energías negativas.
“A mí no me hicieron nada las espiritistas. Tras la sesión en mi cuarto nos dijeron que había dos almas, que son de un señor adulto y un joven, y estaban ancladas porque había algún artefacto que les perteneció a ellos”, acotó.
Al escuchar la opinión de las espiritistas, la madre de Emilse, Mirna Vásquez, de 48 años, recordó que en su niñez enterró unos huesos en el patio del domicilio.
“Mi mami contó que encontró unos huesos en el campo y los llevó a la casa, ella estaba jugando a ser arqueóloga. Y no se pueden sacar porque no recuerda donde los puso. Las espiritistas dijeron que esa sería la causa, pero que ya no molestarían porque hicieron una sesión de protección”.
Los hechos paranormales se calmaron por unos 5 años. En su casa no la volvieron a agredir mientras dormía. Pero, en marzo pasado, que se mudó a Guayaquil por trabajo y arrendó una suite en Urdesa, norte de la ciudad, otra vez vio la sombra.
Y con ello también empezaron a suceder eventos extraños, le prendían y le apagaban las luces, además, le abrían y le cerraban las puertas de la casa.
“La sombra se me empezó a aparecer. Todas las noches tenía pesadillas de que me mataba y cuando me despertaba veía que la sombra estaba sentada en mi cama, al lado mío. Solo me quedaba estática y no me movía hasta que se esfumaba”, dijo.
“Estuve varios días sin dormir, por eso me fui. La especialista me dijo que soy una persona sensible a las entidades y por eso que este ente me sigue. En mi casa de Machala ya no lo había sentido por el hechizo de protección que hicieron, pero acá en Guayaquil no tiene efecto y por eso puedo volver a verlo”, acotó.
Emilse no ha encontrado una solución para evitar que esta sombra la deje de seguir. Tanto así que hasta toma pastillas para dormir y evitar que el ente interrumpa su descanso. Ahora, para sentir un poco de tranquilidad, vive con una amiga.