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Enigmas: Los espectros que aparecen en la iglesia de San Francisco
Un sacerdote franciscano y un niño fueron vistos por personas que realizan recorridos nocturnos. Las energías son ‘heavys’, según experto
Con aproximadamente seis siglos de historia, la iglesia de San Francisco, ubicada en el Centro Histórico de Quito, es visitada por centenas de personas diariamente. Gran parte del convento funciona como museo, y ha develado algunos misterios que no tienen nada que ver con la leyenda de Cantuña.
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Florentino Sánchez, representante de Quito Macabro, un proyecto que busca revalorizar este tipo de edificaciones históricas, cuenta que su trabajo le ha hecho pasar un par de sustos. “La energía en las iglesias es un poco pesada, pero al mismo tiempo son bellísimas, sobre todo las del Centro Histórico”, dice.
San Francisco es uno de los primeros templos católicos en la capital, pues su construcción fue ordenada tan solo dos años después de la fundación de la ciudad, en 1536. Antes de eso, ya había una edificación incaica en ese sitio. “Es por eso que tiene mucha historia y muchas energías”, agrega Florentino.
Él prefiere las noches para llevar a los turistas y contarles sobre el arte y lo que guardan las iglesias del centro de Quito. Aunque en esos recorridos ha sentido que se le hiela la sangre al ver espectros. “El primero que vimos fue un cura a unos cuantos metros de donde caminábamos, en un pasillo”, relata, señalando el sitio.
No se pudo acercar porque existen zonas que solo pueden visitar los monjes franciscanos que allí habitan. “Yo pensé que era uno de los curas, tenía la túnica café característica”, agrega. Cuando se hicieron las averiguaciones, supo que, por allí, en ese momento, ninguno de los sacerdotes había pasado.
Experiencia conjunta
Las paredes, que tienen más de un metro de grosor, cuentan con una acústica especial. En los pasillos se escuchan ecos que pueden confundirse con voces del más allá. Hay que estar atento si se quiere experimentar estos fenómenos.
En otro de los pasillos, en la parte donde funciona el museo de arte, Florentino vio lo que parecía un niño. “Generalmente nos quedamos atrás en los recorridos para cuidar que nadie se quede o para evitar algún percance. Cuando regresé a ver, estaba un niño y se fue corriendo”, relata.
De nuevo, sintió un frío indescriptible que hizo que se le pusieran los ‘pelos de punta’. “Miren, si ahorita que lo cuento me vuelve a pasar... Si se siente raro”, comenta. Este fenómeno también fue presenciado por algunos de los asistentes al recorrido, por lo que, después del susto, al menos tuvo la tranquilidad de que no se trató de una sugestión suya o de su imaginación.
Este convento de estilo medieval también alberga gran parte de las obras de la Escuela Quiteña, que, según cuenta Florentino, las esculturas de santos y ángeles tienen como base cráneos humanos reales. “Por eso se conseguía tal realismo en la representación humana”, agrega. ¡Espeluznante!
El experto: “En las iglesias se concentran energías”
“Es preferible dormir en un cementerio que en una iglesia”, dice Christian Cevallos, experto en fenómenos paranormales. Esto debido a las energías que se concentran en este tipo de sitios. “A las iglesias la gente va a dejar sus sufrimientos, llora. Esas energías se van quedando”, explica.
Comenta que lo que vio Florentino es totalmente creíble, sobre todo, tomando en cuenta que en iglesias como la de San Francisco también se han enterrado personas, ya sea en las catacumbas o cerca del altar, debido a las creencias religiosas. “Existen entes que habitan estos espacios. Yo mismo he tenido experiencias y he podido documentarlas”, finaliza.
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