Jhandry Loja no podía moverse de su cama, no sentía su cuerpo. Intentaba gritar, pero no lo lograba. Estaba paralizado. Solo conseguía desplazar sus ojos para ver a un ser que apareció a su lado. Era un alienígena del planeta Pléyades.

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El lunes 5 de abril de 2021 cambió la vida de este lojano. La fecha jamás la olvidará, porque lo que sería una plácida siesta se convirtió en el capítulo más extraño de su vida. Fue visitado y conversó telepáticamente con un alienígena.

Aquel día, se acostó a dormir aproximadamente a la 01:00. Sin embargo, unas tres horas más tarde, perdió el sueño porque empezó a sentir que alguien lo miraba fijamente.

“Recuerdo muy bien este momento porque me desperté, estoy seguro de que no estaba soñando. Cuando ese ser apareció parado en el borde de mi cama, traté de moverme y de llamar a mi mamá, pero no pude hacer ningún movimiento”, asegura.

Según la descripción del lojano, el ser parecía un humano, con la diferencia de que era de piel blanca, como si estuviera cubierto de nieve. Medía más de 2 metros, casi que topaba con el techo, y vestía un traje pegado al cuerpo que parecía elaborado de cuerina.

Jhandry no se asustó, pero sus sensaciones cambiaron cuando observó sus facciones: frente sobresalida, ojos totalmente negros y la boca, nariz y orejas eran pequeñas, casi que no se le notaban.

En no más de cinco minutos conoció la apariencia de ese extraño ser. Luego, el alienígena le habló, pero de forma telepática, le enviaba los mensajes a través de la mente.

“Ese ser me miró y telepáticamente me llamó por mi nombre y me dijo que me quedara tranquilo porque no me iba a pasar nada. Intenté moverme varias veces y comunicarme con él, pero no pude. Solo podía mover los ojos”, contó.

Fue una comunicación larga, de unas dos horas, en la que le indicó que lo conocía.

“Me hizo entender que no me haría daño, por eso me quedé tranquilo, solo me limité a poner atención y me dijo que me estaba visitando porque me conocía. No me dio más información. Pero lo más extraño fue que me miraba todo el cuerpo, como si me estuviera escaneando con su mirada”, manifestó.

Finalmente, cuando ya estaba empezando a amanecer, el alienígena se despidió y desapareció sin dejar rastro.

“Fue un acto muy raro. Me tocó la frente con dos de sus dedos pálidos de su mano derecha y me dijo que me cuidara y cambiara mi vida. Después, parpadeé y cuando abrí los ojos, el ser ya no estaba y me pude mover”, dijo.

Jhandry se levantó de su cama y empezó a gritar: “Ayuda, ayuda, ayuda...”, para que su mamá lo escuchara.

“Mi mamá vino y tras abrir la puerta de mi cuarto vio que la cama quedó cubierta con una especie de luz azul brillante, que se fue desvaneciendo poco a poco. Ella pensó que yo había regado algo, pero luego le conté lo que pasé y se quedó anonadada”.

Luego de este raro episodio, Jhandry Loja se comunicó con el ufólogo peruano Sixto Paz Wells, para contarle su caso y, al menos, conocer si había tenido contacto con un fantasma o un extraterrestre.

“Hicimos el retrato de este ser y lo comparamos con registros de otras personas, que pasaron por esto mismo, y el especialista llegó a la conclusión que se trataba de un pleyadiano, que viene del planeta Pléyades”, reveló.

Además, Paz le indicó que la visita del pleyadiano fue para prepararlo para un encuentro más cercano, en el que le revelarán información importante, en el que pueda moverse y hacer la preguntas que quiera.

“Sixto me indicó que esto fue un abrebocas para lo que se me viene, porque en el siguiente encuentro podré conversar con él, que sería un ser evolucionado que regresó del futuro para darme un mensaje importante”, declaró.

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