Emily Herrera vive a contra reloj. Su hija Elaine necesita urgente un trasplante de hígado antes de que cumpla un año y medio. Tiene 11 meses.

En enero, la pequeña fue ingresada a una casa de salud porque vomitaba sangre. Después de practicarle exámenes médicos fue diagnosticada con cirrosis. Desde entonces, Emily no ha cesado en su lucha para ser escuchada por las autoridades de Salud y buscar recursos económicos que le permitan ayudar a la pequeña.

Según la mujer, los médicos le indicaron que este problema hepático fue provocado por un virus de tipo animal que contrajo mientras estaba embarazada. Eso impidió que el hígado se formara con normalidad.

“A mi niña solo le quedan siete meses de vida y debe ser intervenida lo antes posible para que funcione la operación. No quiero que se muera”, dijo.

Desde el tercer mes de nacida, Elaine ha pasado internada en un hospital, debido a que sus sistema inmunológico se ha deprimido. “Siempre entra por alguna nueva enfermedad. Permanece 15 días en el área de cuidados especiales y cuatro días en casa, bajo estrictas medidas de higiene”.

En el último reporte médico se señala que la menor de edad tiene 10 enfermedades, a más de la cirrosis. Entre las más graves están retraso mental, insuficiencia renal y pulmonar y epilepsia.

“Todo el día mi niña toma hasta 10 medicinas para mantenerse estable. Con mi esposo hacemos de todo para comprarlas porque son caras. Hay días en que su barriguita se hincha demasiado, como un balón. No avanza ni a sentarse, pasa solo acostada”, manifestó Emily.

Darwin Flores, padre de la bebé, manifestó que todos los días sale a trabajar, desde las 08:00. Con un parlante se sube a los buses que recorren la ciudad y les canta sobre Dios a los pasajeros. Por la tarde, recicla botellas plásticas para venderlas en un centro de acopio ubicado en la Napo, sur.

“En la cantada hay días buenos y malos. Entre los dos trabajos a veces sumo 20 dólares y en el peor no paso de 10, pero por mi hija hago todo. Con eso juntamos para pagar el arriendo, medicinas, comida y por si acaso reunimos para los gastos del trasplante”.

LA ESPERA DESESPERA

La pareja cuenta que hace cinco meses ingresaron los papeles al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), para que su hija fuera inscrita en la lista de espera de donantes de hígado y para solicitar ayuda con el trasplante.

Hasta la fecha aún no han recibido respuesta por parte de las autoridades sobre la viabilidad del caso. Solo les han indicado que la intervención se realizará en un hospital del exterior, y que deben cubrir los gastos de pasajes aéreos y hospedaje.

Sobre el posible donante de hígado, inicialmente les habían indicado que la madre era compatible con la menor, pero hace poco, según cuenta la mujer, le llamaron del hospital para decirle que esto fue descartado y que debía ser ingresada nuevamente a una lista de espera.

“Con esto me robaron la esperanza. Pienso que no me quieren ayudar, porque me dan largas, mientras la vida de mi hija se apaga poco a poco”, lamentó Emily Herrera.

Este Diario se contactó con el Ministerio de Salud para obtener una versión. La dirección nacional de comunicación del IESS emitió un comunicado en el que señala que la bebé iba a ser trasladada a una clínica en Buenos Aires, Argentina, para recibir el trasplante de hígado. No ha pasado.

Con respecto a los exámenes de compatibilidad, no se mencionó nada.

También se indicó que se prevé pagar cerca de 300 mil dólares por esta intervención y por gastos de estadía de la menor. Acerca de los boletos para los padres, no se dijo nada.