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Martha solo pide volver a ver a su hijo, como regalo de cumpleaños.Facebook Johanna Latacela

Ecuatoriana con cáncer terminal suplica por una visa humanitaria para ver a su hijo

El último deseo de la mujer, quien está en un hospital en Nueva York, es reencontrarse con Jonathan a quien le negaron el documento en Ecuador

Compasión y una visa humanitaria para ver a su hijo, son las peticiones, que desde la cama de un hospital en Nueva York, hace una ecuatoriana quien sufre de cáncer terminal.

A Martha Luna, naranjaleña de 46 años, se le detectó un tumor cerebral que según los médicos es inoperable. Sus días están contados. Es por eso que cuando pudo comunicarse, le pidió a su hija Johanna Latacela como regalo de cumpleaños, -este 17 de octubre cumplirá 47-,  que haga todo lo posible para traer a su hermano Jonathan para volverlo a ver por última vez. 

Jonathan tiene 27 años y es ingeniero. Junto a su mamá y a Johanna partieron, hace 19 años,  rumbo a Nueva York, pero en el 2008 regresó a Naranjal y desde entonces no ha podido volver por no tener una visa.

Sin embargo, hasta el momento su anhelo ha sido imposible. Según le relató Johanna al portal Al rojo Vivo, a su hermano, quien reside en Naranjal, le fue negada la visa humanitaria. ¿La razón? "Porque en Ecuador no lo ata nada y es posible que se quede en Estados Unidos", dice Latacela, quien a sus 25 años ha debido tomar las riendas del hogar y cuidar de su hermanita Joselyn, de 12.

El caso ha llamado tanto la atención que incluso la Congresista Grace Meng por el distrito de Queens, estado donde vive la familia, ayudó para que Jonathan obtuviera en Ecuador la visa de emergencia que le fue negada. Asimismo, el reportero del antes mencionado programa de Telemundo tomó contacto con el Servicio de ciudadanía y migración pero tampoco obtuvo respuesta.

Lo cierto es que los galenos le han pedido a Johanna que lleve a su mamá a la casa para que esté rodeada de su familia, porque nada se puede hacer. Martha empezó a sentirse débil en mayo de este año. Su condición no mejoró aun con terapia física, por lo que le sugirieron someterse a una resonancia magnética. Fue ahí cuando le descubren que tenía un tumor cancerígeno bastante avanzado.

Para poder solventar ciertos gastos, la joven está realizando la rifa de un televisor. Ella guarda esperanzas de que un milagro recupere a su mamá, pero los médicos le han dicho lo contrario.

El cáncer ha ido avanzando muy rápido. Martha entró en grado 2 y ya está en grado 3. Al principio les dijeron que le daban entre 3 meses y 2 años de vida máximo. Pero ya no puede hablar, ya no puede comer, está en estado vegetativo.