Los grupos de delincuencia organizada en el Ecuador han demostrado que tienen poder y armamento suficiente para continuar con una guerra en las calles y cárceles del país. Lo han evidenciado a través de videos grabados dentro y fuera de las prisiones, en los que muestran parte de su arsenal.

(Lee también: Falleció el presunto antisocial golpeado en ciudadela La Joya)

El especialista mexicano en Inteligencia y Seguridad, maestro Ramón Celaya Gamboa, ha ratificado que estas actuaciones hacen parte del autogobierno que las bandas delictivas mantienen y que les permite generar zozobra a la ciudadanía en general, a los gobernantes de turno y a sus enemigos.

El profesional, quien en su experiencia también ha sido fiscal y secretario de Seguridad, hizo un análisis a esta situación y estableció que el origen de este dominio criminal surge en las cárceles. ¿Cuál es el motivo? Celaya explica que son varios y los principales son la falta de protocolos, la corrupción y los acuerdos que hay entre delincuentes y funcionarios públicos.

Estas acciones no solo han propiciado “prácticas ilegales al interior de los centros penitenciarios, sino también lo que se ha visto últimamente en el país, que es el recrudecimiento de la violencia, todas estas ejecuciones, con personas colgadas de puentes o desmembradas”, señala.

El maestro Celaya toma como referencia el hecho de que en las oficinas del Servicio Nacional de Atención Integral, en Guayaquil, el ente encargado del sistema penitenciario nacional, se encontraran fusiles, pistolas y granadas escondidas en espacios protegidos por el tejado para reafirmar que existe “un caos total dentro de las instituciones por la ausencia de controles”.

Esto también refleja el autogobierno criminal, asegura. Y añade que esto hace parte de “los privilegios que los propios guardias penitenciarios, junto con los directores de las cárceles, permiten”.

(Además: Los Choneros amenazan con "miles de muertes" si algo le ocurre a alias Fito)

Acceso a lujos

Para Ramón Celaya, la crisis empezó cuando las autoridades dieron prebendas a los delincuentes para que puedan obtener ciertos lujos que -para quienes los concedían- tal vez no denotaban un mayor peligro, pero que empezaron a dar poder a los reos: computadoras, ventiladores, televisores, entre otros objetos considerados legalmente prohibidos.

Eso habría dado paso a que ingresen teléfonos celulares, armamento, entre otras cosas que, por la fuerza que tomaron los internos, al parecer no les podían negar.

Contacto y órdenes

El dominio

Esta situación demuestra que a pesar de los operativos que el Gobierno Nacional promueve a diario, los internos siguen teniendo acceso a señal telefónica, equipos de video, celulares, micrófonos, parlantes, entre otros artículos prohibidos.

Es por eso que, sin importar el encierro y las distancias, la mayoría de presos que habla en las grabaciones lee el mismo comunicado, cambiando la despedida final con el nombre de la agrupación delictiva a la que cada uno representa.

Celaya concluye que estas “son formas de comunicación avanzadas, comunicación muy innovadora y de tácticas agresivas, porque se trata de mandar mensajes de comunicación muy claros, muy contundentes. Están diciendo (al Gobierno): hagan lo que hagan, no está funcionando y el autocontrol que se vive en los centros penitenciarios, el autogobierno, pues está más activo que nunca”.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡Suscríbete aquí!