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Mariela, al ver el caso de Isabel Alvarado, se dio cuenta que cuando murieron sus familiares también hubo filtración de datos.RENE FRAGA

Ecu 911 y funerarias: “Hacían fiesta porque había un muerto”

Saltan más casos a la luz de la supuesta filtración de información desde el ECU 911. Los perjudicados no confían en la entidad luego de lo sucedido

La falta de ética por parte de los operadores del ECU 911, quienes presuntamente filtraron información, y la indolencia de los asesores funerarios al abordar a los parientes de los fallecidos, también afectó a una familia en El Inca, al norte de Quito.

Mariela (nombre protegido) compartió con EXTRA su experiencia sobre cómo fueron acosados por los trabajadores de servicios funerarios cuando fallecieron dos de sus tíos.

(Lea también: La cruel razón detrás del apuñalamiento a un perro callejero, en Quito)

El primer caso ocurrió en 2021, durante la pandemia de coronavirus. Su pariente estaba internado en un hospital y se encontraba en la etapa final de una enfermedad catastrófica.

Un jueves, los médicos llamaron a los familiares del paciente para informarles que su condición había empeorado. Mariela convocó a sus parientes para visitar a su tío, pero debido a las restricciones de la pandemia, no pudieron ingresar al hospital.

Para no llorar, se alejaron del área de emergencias y fueron abordados por un asesor de una funeraria, quien les entregó una tarjeta. Esto llevó a Mariela a hacerse dos preguntas: ¿Cómo supo que éramos familiares del paciente? ¿Y por qué nos ofrece sus servicios si mi tío aún no ha fallecido?

En Pichincha existen 70 empresas funerarias y tres asociaciones que las agremian. Existen algunas que no están asociadas.

Mariela, su hermana y su madre vieron la publicación que Isabel Alvarado hizo en su cuenta de TikTok en la que denunció la supuesta filtración de sus datos personales cuando falleció su progenitora y se identificaron con ella.

Los familiares de pacientes críticos son abordados por los asesores de las funerarias.GUSTAVO GUAMAN

El caso de Alvarado fue cubierto por EXTRA, que publicó varios informes a lo largo de esta semana. Estas publicaciones evidenciaron las presuntas malas prácticas de los operadores de la central de emergencia.

La indolencia de los funerarios

La situación se repitió cuando otro de sus tíos falleció en 2022. Él se recuperaba en su casa de una cirugía en la que le extirparon un tumor de su cabeza. Repentinamente, sufrió un paro cardíaco. Sus hijos llamaron al ECU 911 y a sus familiares para informar lo sucedido. Cuando Mariela y sus parientes llegaron al lugar, vieron siete vehículos de diferentes funerarias, pero la ambulancia aún no había llegado.

La madre de Mariela comentó que, más allá de que estuvieran allí debido a que les ‘sapearon’ la información, lo que le pareció una falta de respeto era la algarabía que hacían. “Hacían fiesta porque había un muerto. Ellos también tienen familiares y algún momento pueden pasar por lo mismo”.

Un mes de dolor e indignación

Los hermanos Alvarado realizaron la mañana del 1 de junio la misa del mes de fallecimiento de su madre. Su caso fue el que desveló la presunta trama de corrupción que habría desde el ECU 911.

Isabel dijo que como familia se están acoplando a la nueva realidad de vivir sin su madre. “En este momento estamos enfocados en la salud de mi papi”.

(Además: ECU-911 y funerarias: denunciantes de trama de corrupción temen por su seguridad)

Añadió que está pensando en la posibilidad de colocar una denuncia en la Fiscalía de la ‘sapeada’ que provocó un gran malestar el día del fallecimiento de su progenitora.

Además, la próxima semana irá a la central de emergencia para conocer alguna respuesta del escrito que dejó por la afectación que tuvo ella y su familia.

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