Ni un detenido, solo nueve casas destruidas y el macabro hallazgo del cuero cabelludo de una presunta víctima. Eso fue lo encontrado en el imponente despliegue militar y policial que tuvo lugar la mañana de este viernes 6 de diciembre en el sector Fincas Delia, en el cantón Durán. Unos 50 uniformados, acompañados de maquinaria pesada, participaron en el operativo.

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Los allanamientos fueron realizados con el objetivo de desmantelar caletas que, según información de inteligencia policial y militar, eran utilizadas para secuestros y el expendio de droga.

El grupo de militares y policías, integrado por el Bloque de Seguridad, se encargó de cerrar calles, tumbar puertas y, con la ayuda de maquinaria pesada, derribar pequeñas estructuras de caña y zinc. Sin embargo, en ninguno de los allanamientos se encontraron personas sospechosas, armas ni drogas.

Al final de la operación, el saldo fue la destrucción de nueve caletas. “Estaban acondicionadas para mantener secuestradas a personas. También sabemos, por labores de inteligencia, que en estos sitios se almacenaban armas y se vendía droga”, manifestó el comandante de la fuerza militar encargada del operativo.

Los únicos indicios ‘sospechosos’ encontrados en las estructuras derrumbadas fueron colchones, sogas, y leyendas escritas en las paredes que aludían al dominio de la zona por parte del grupo delictivo organizado (GDO) Chone Killers. En una de las casas derrumbadas se encontró un extraño pedazo de piel y cabello, que las autoridades creen que sería el resultado de las torturas a las que habría sido sometido alguno de los cautivos que no pagó el rescate.

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“En esa casa viven dos ‘paisanitos’ que salen todos los días a trabajar en su carro. No son ladrones ni asesinos, son gente trabajadora, pero igual les están tumbando la casa. Esto es actuar por pura maldad”, expresó un vecino del sector, quien prefirió no identificarse, mientras la maquinaria derribaba otra vivienda.

Al ser derrumbada, la casa se incendió, reduciendo a cenizas todo lo que había en su interior y poniendo en riesgo una vivienda aledaña debido a la propagación de las llamas.

Durante el operativo también estuvieron presentes funcionarios de la Secretaría Técnica del Comité de Prevención de Asentamientos Humanos Irregulares, quienes notificaron a las viviendas habitadas sobre la futura destrucción de las mismas.

“Hemos derribado nueve estructuras que, como se puede observar, no tenían el propósito de ser viviendas, sino que eran utilizadas por grupos delictivos para actividades criminales. Tampoco tienen ningún título (de propiedad), son terrenos invadidos, por lo que estamos destruyendo estas viviendas ilegales”, indicó una funcionaria de la secretaría.

El coronel Roberto Santamaría, jefe policial del distrito Durán, aseveró: “Si es necesario derribar todo, iremos de casa en casa derrumbándolas”.

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