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La propietaria del local asaltado dejó este mensaje para los delincuente. Una comensal cantaba cuando llegaron los pillos. El delincuente los apuntó con un arma.CHRISTIAN VASCONEZ

Pillos arruinaron una reunión por el Día de la Mujer en restaurante de Guayaquil

Una cliente cantaba tan animadamente, que ni se percató de la presencia de los malandrines. Estos se llevaron 9 celulares y $ 500, pero perdieron un arma.

“Señor ladrón, su arma fue entregada a la Policía, ayer mismo. Por favor. Gracias”, estas palabras trazadas en una hoja con marcador azul, fueron escritas por la propietaria de un bar-restaurante, que la noche del martes 8 de marzo, fue asaltado por dos delincuentes.

La hoja fue pegada la mañana del día siguiente (9 de marzo), junto a la puerta de ingreso del negocio afectado, el cual está ubicado en la ciudadela La Saiba, en el sur de Guayaquil.

La dueña del local recordó que aquella noche, un grupo de amigos se habían dado cita en su restaurante para, con música, comida y bebidas, conmemorar el Día de la Mujer. Pero de manera repentina, la diversión se vio interrumpida y arruinada por dos asaltantes.

Los malandrines se ‘alzaron’ con nueve celulares, tanto de los propietarios, como de los clientes y 500 dólares que estaban en la caja del negocio afectado, y que era la plata recaudada por las ventas del día. El robo quedó registrado en las cámaras de seguridad y este Diario tuvo acceso a estas imágenes.

El atraco duró casi dos minutos . Los delincuentes llegaron en un auto y huyeron en el mismo. El arma de fuego fue entregada a la Policía.

En las grabaciones se observa cómo los ladrones, uno portando un arma de fuego y otro un cuchillo, atemorizan a los comensales y les sustraen sus pertenencias.

La dueña del restaurante contó que al momento del atraco en el negocio había al menos 10 personas y que una de las comensales estaba cantando, por lo que nadie se percató del ingreso de los malandrines, hasta que estos gritaron: “¡Esto es un asalto!”.

“Nadie los vio, incluso cuando ya estaban adentro, la cliente seguía cantando. Las personas estaban muy animadas y alegres porque era el Día de la Mujer”, manifestó la propietaria.

La afectada recordó que casi una hora antes llegaron dos hombres, quienes pidieron dos micheladas, se las tomaron, pagaron y se fueron. “Creo que eran campaneros, porque uno de ellos estuvo interrogando a uno de mis empleados. Al poco tiempo llegaron los dos delincuentes. Uno de ellos se acercaba a las mesas y apuntaba a los clientes. Todos entramos en pánico”, rememoró la hermana de la propietaria.

Dijo que uno de los clientes, quien estaba sentado en una mesa ubicada a un costado, se armó de valor y luego de forcejear con el pillo le quitó el arma. 

“En el forcejeo se escapó un tiro. Gracias a Dios nadie resultó herido. La bala rozó por la cabeza de la joven quien hasta minutos antes fue la más animada y siguió cantando hasta que se percató del ladrón”, sostuvo la propietaria del local.