Mariana Rodríguez, conocida de cariño como doña Mary, es una caserita polifacética. Domina el arte de cocinar papas con cuero y otros platillos típicos de la Sierra ecuatoriana, pero también cumple el papel de psicóloga, nutricionista y comediante con sus clientes.

Ella tiene un puesto de comida en la calle San Salvador, en el norte de Quito, llamado Los Cueritos de Doña Marujita. Así le decían a su madre, quien falleció hace seis años y fue la que inició el negocio, en 1980.

En ese entonces, la señora vendía los platos en una mesa de madera. Ahora, su hija lo hace desde una caseta, la cual se ha convertido en el ‘confesionario’ de algunos comensales mientras se ‘pepean’.

Doña Mary cuenta que a la semana llegan cientos de clientes para servirse papas con cuero, seco de pollo, caldo de pata, tigrillo, entre otras delicias que ella prepara.

¿Qué le cuentan los clientes a la caserita?

Mientras se sirven el plato, muchos le cuentan sus historias, intimidades, anécdotas o le piden un consejo.

La caserita reconoce que hay muchos infieles que llegan a su puesto y le relatan todos los chismes de su vida privada. Recuerda a un joven taxista que cuando llegaba con su esposa solía comer el seco de pollo acompañado de un huevo; sin embargo, cuando iba con su amante no lo pedía.

En una ocasión, doña Mary puso en evidencia al conductor galán porque cuando estuvo con su esposa no sabía si servirle o no con un huevito. “Soy buena para ‘meter la pata’. A veces solo me dedico a escuchar, porque luego digo cosas que no debo decir”, admite.

¿Qué celebridades le compran a doña Mary?

El puesto de la caserita se ubica en un lugar estratégico porque a su alrededor tiene edificios donde funcionan entidades públicas y un medio de comunicación, lo que le ha permitido conocer a políticos y famosos de la música y el entretenimiento del país.

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El excandidato presidencial Yaku Pérez es un amante de las papas con cuero que prepara doña Mary. Asimismo, los integrantes de la orquesta Don Medardo y sus Players siempre le piden guatita. La caserita tiene solamente una mesa, en la que se sientan los madrugadores; los demás, a comer parados o sentados en una piedra grande que hay cerca del quiosco.

La caserita lleva el alimento preparado porque el espacio es muy pequeño para instalar una cocina. Eso sí, siempre se encomienda a la Virgen de Guadalupe, cuya imagen tiene colgada dentro del puesto. Todos los días le pide que le vaya bien en las ventas.

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