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Doble asesinato en área rural de Huaquillas
Policía presume que se trata de peleas por espacios clandestinos en la frontera sur
La lucha por apoderarse de espacios clandestinos en la frontera entre Ecuador y Perú busca que grupos delincuenciales obtengan el control absoluto. Eso incluye hacer ‘el trabajo sucio’: dar ‘plomo’. Es una supuesta ley del bajo mundo donde corre sangre, rige el contrabando y circula la droga.
Escuchar tiros ya no es novedad, sin embargo, todos son presa del espanto y del inquietante murmullo de una nueva muerte violenta en la frontera sur. Esta vez, en un área rural, pedregosa, aislada, llena de maleza y basura fueron acribillados a tiros Andrés Marcelo Aponte González, de 27 años, y Darío Javier Rivera San Martín, de 25.
Minutos antes habrían estado en una picantería pasando el chuchaqui de una ‘chupa’ de tres días; pero, más allá de las 17:00 del lunes 5 de julio llegaron sus verdugos y de algún modo u otro se las ingeniaron para llevarlos hasta las lejanías de las invasiones de un sector conocido como Los Ángeles. Allí los ejecutaron a sangre fría. Ocurrió cerca de un camal y una construcción en la vía Huaquillas-Arenillas, provincia de El Oro.
“Estamos realizando las investigaciones para determinar qué hubo detrás de este hecho. Lo que conocemos es que las dos personas tienen heridas de arma de fuego y tenemos una hipótesis, según lo que nos han comentado sus familiares, pero estamos recopilando más datos para poder cotejar”, dijo Patricio Baquero, jefe de Policía del Distrito Huaquillas.
El oficial reveló que “se descarta el robo, por cuanto las víctimas tenían todas sus pertenencias” y más bien se trató de “una muerte selectiva”, es decir, los sicarios “saben lo que hay qué hacer. Ahora solo queremos determinar el móvil del crimen”, precisó.
Agregó que “uno de los occisos no posee antecedentes, pero tiene abierta una investigación en la Fiscalía por el presunto delito de robo”.
Peleas por espacios clandestinos, “es una de la hipótesis, porque estas bandas están buscando la hegemonía de todos estos lugares no autorizados”, subrayó.
Jennifer León Balcázar, esposa de Andrés Aponte, estaba desconsolada. “Me dijeron que dispararon contra mi marido y cuando llegué a este lugar lo encontré muerto”, dijo.
Reiteró que el último sábado su cónyuge había salido a ‘pegarse unos guaros’ y retornó la madrugada del lunes. No obstante, a las 11:00 salió nuevamente en compañía de su ‘compita’.
La policía investiga si las víctimas acudieron, en efecto, a la picantería donde aparentemente habrían quedado abandonadas dos motocicletas. Cayó la noche y los lugareños se concentraron en la novedad.