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Varios votantes y comerciantes utilizaban de manera equivocada las mascarillasAMELIA ANDRADE

Dimos ‘látigo’ a malcriaditos en urnas

Equipo de Diario EXTRA recorrió un recinto lectoral para verificar el uso correcto de medidas de bioseguridad.

Las elecciones en Ecuador nunca dejan de ser coloridas. Siempre se ve algo novedoso entre los votantes.

Desde una persona que encadenó su ‘chiva’ por seguridad, el reencuentro de dos hermanos que no se conocían, hasta los típicos detenidos por cuentas pendientes con la justicia es lo que se vio durante las 10 horas de la jornada electoral de ayer.

En Durán, provincia del Guayas, un hombre que se identificó como Pedro llegó hasta la Escuela Monseñor Leonidas Proaño, donde sufraga, pero a falta de un carro prefirió ir en su bicicleta.

Llego más rápido, hay mucho tráfico vehicular, además, no hay dónde estacionarse, peor aún no tengo carro, así que llegué en mi bici”, comentó Pedro mientras encadenaba su vehículo a un poste de la escuela.

En la ciudadela Pedro Menéndez Gilbert, también de Durán, un grupo de Policías tenía rodeado a un hombre, de aproximadamente 40 años. Este era detenido por tener una cuenta pendiente con la justicia, específicamente por un delito de tránsito.

Mientras que en el colegio particular Liceo Panamericano, ubicado en el sector de La Puntilla de Samborondón, dos hermanos se reencontraron por primera vez.

Según el periodista Diego Arcos, quien fue secretario de la junta receptora del voto número 2, uno de los ñaños llegó a la mesa y vio junto a su nombre el de su consanguíneo.

“Él dijo: ‘ese es mi hermano’, no terminaba de hablar y apareció el otro hermano. Ellos indicaron que era la primera vez que se veían en sus vidas”, señaló el comunicador.

Arcos agregó que, por lo poco que escuchó, uno le decía al otro que su padre le había dicho que tenía un hermano, pero no se habían buscado para saber si era cierta esa versión.

“Ellos conversaron un rato frente a la junta donde estábamos y luego se fueron juntos”, relató Arcos.

Por otra parte, en uno de los recintos electorales más grandes de la ciudad de Guayaquil, la Universidad Estatal, un equipo de Diario EXTRA recorrió las instalaciones de este lugar, en el sitio con látigo en mano les pedían a los que irrespetaban las medidas de bioseguridad que tomen la precauciones.

Jorge Chilán y su esposa Katrina Miranda, vendedores informales, estaban parados en una de las puertas de acceso a la universidad, ambos con las mascarillas en el cuello. Al ser abordados por el equipo de este Diario, de inmediato se pusieron las mascarillas correctamente y aseguraron que no volverían a ponerse mal los cubrebocas.