El 1 de junio, Ecuador, México y numerosos países latinoamericanos se preparan para celebrar el Día del Niño, una fecha dedicada a honrar la infancia y reafirmar el compromiso con la protección de sus derechos y bienestar.

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La historia de esta conmemoración se remonta a 1954, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas instó a cada nación a establecer un día para celebrar a los niños. Ecuador respondió designando el 1 de junio como su día especial.

Fue en 1959 cuando la ONU oficializó este acuerdo, y no fue hasta 1989 que se elaboró una declaración con 54 artículos que detallaban los derechos de los niños, entre ellos el derecho a la supervivencia y la protección contra trabajos peligrosos.

El Día del Niño no solo es una oportunidad para celebrar, sino también para recordar los derechos fundamentales de todos los niños y para promover su bienestar y desarrollo. Desde el acceso a la educación hasta la protección contra la explotación y la violencia, esta fecha destaca la responsabilidad colectiva de crear un entorno seguro y saludable para cada niño.

Cada año, esta celebración se lleva a cabo con una serie de actividades diseñadas para fomentar la diversión, el aprendizaje y la solidaridad. Desde eventos especiales hasta juegos y programas educativos, el Día del Niño es una oportunidad para involucrar a los más jóvenes y crear conciencia sobre sus derechos.

Además, esta fecha también nos invita a reflexionar sobre los desafíos que muchos niños enfrentan en todo el mundo, como la pobreza, la falta de acceso a la educación y la atención médica insuficiente. Es un momento para inspirar acciones que ayuden a construir un futuro más justo y equitativo para todos los niños.

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