Exclusivo
Familia
Conoce cómo detectar y ayudar a un potencial suicida
Una persona que está pensando en terminar con su vida da señales. Descúbrelas en esta nota, pero recuerda que debes de buscar la ayuda profesional
Tener problemas económicos, pasar por rupturas sentimentales, padecer alguna enfermedad crónica, ser víctima de abuso sexual, perder a un ser querido. Estas y otras calamidades pueden generar conductas suicidas en personas cuya capacidad de afrontar las tensiones de la vida está mermada, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para la psicóloga Nicole Orozco, los hombres son más propensos al suicidio, pues son más retraídos, no expresan mucho sus sentimientos y emociones, asimismo sienten la presión de ser la cabeza de la familia y hay que añadirle que algunos aún piensan que los varones no lloran.
“Las mujeres tienen más facilidad para decir lo que sienten, más libertad. Respecto a la etapa de la vida en la que más se dan los suicidios es entre la adolescencia y la adultez temprana”, sostiene la experta.
Los suicidios en el país se han incrementado entre enero y agosto de este año un 17 % con relación al mismo período del 2020, dice Luis Siguencia, psicólogo clínico y magíster en Psicología Comunitaria, quien cita la información del Sistema Integrado de Seguridad ECU-911.
Las provincias con mayor índice de suicidios son Guayas, con 24 %; Azuay, con 11 %; El Oro, con 8 %; Pichincha y Manabí con el 6 %.
“Cada 40 segundos se suicidan las personas en el mundo. Y a diario de 5 a 10 personas se intentan lanzar de puentes y quitarse la vida, en el Ecuador”, indica Siguencia, quien considera vital prestar atención a las señales que manifiestan las personas que podrían considerar terminar con su existencia, para que con prontitud acudan a recibir ayuda profesional.
EXTRATIPS
- Indagar es relevante. Luego de detectar las señales y hacerle seguimiento a la persona, pregúntale por qué dice esas palabras, qué piensa de la muerte, qué le falta para ser feliz, etcétera. No grites, aplica la empatía.
- No minimices lo que dicen. Ni expreses frases como: “¿Por qué piensas estas cosas? Es lo último que hay que pensar”. Tampoco compares a las personas y a las situaciones: “Él salió de esto...”.
- Esconde elementos que el sujeto pueda usar. Que no tenga acceso a fármacos, armas cortopunzantes, sogas y demás.
- Es fundamental ir a terapia. Tanto la persona con pensamientos suicidas como la familia. Si no quiere ir donde el profesional, puede buscar grupos de apoyo, gente de confianza para ellos (amigos, alguna comunidad religiosa, algún profesor, etc.). Que él vea tu apoyo en este tiempo de crisis, de no ser así, solo fortalecerás su decisión de querer suicidarse.