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Aunque se anunció el cierre de la vía, los buses siguen circulando.GUSTAVO GUAMAN

Deslizamientos en La Pampa: a cinco metros del colapso de la vía principal

Los vecinos de este barrio del norte de Quito viven en zozobra por el talud. En menos de un año se ha perdido más de 30 metros de terreno

Carlos Guamanzara trabaja con la mirada en el talud que no deja de desmoronarse. En La Pampa, ubicada en la parroquia de Pomasqui, norte de Quito se vive con el miedo de que todo se derrumbe.

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El agricultor ha perdido árboles frutales y otros sembríos en los reiterativos deslizamientos de tierra de la quebrada del río Monjas. "Ya me acostumbré, trato de ya no sembrar cerca (del talud)", contó a EXTRA.

El último evento grande se registró a la medianoche del 31 de octubre. Carlos ya estaba durmiendo y el temblor lo hizo salir de su casa. "Se escuchaban estruendos por cómo se caía la tierra. No paró en un buen rato", agregó.

En octubre de 2021 se declaró en emergencia la cuenca del río Monjas por los deslizamientos en varios puntos de la quebrada.

Los vídeos circularon en redes sociales al día siguiente. Los vecinos expresaron su preocupación por la situación. Aunque esto no es reciente, el 29 de mayo de 2024 se registró otro gran deslizamiento, en ese entonces Carlos ya advirtió de la filtración de agua en esa quebrada. "No han hecho mayor intervención. Vienen con drones, hacen inspecciones, de ahí nada más", dijo.

Falta poco para que llegue a la vía

Marcelo Rodríguez, otro morador de La Pampa, comentó que la preocupación de todos los moradores es perder la calle que los comunica con la avenida Simón Bolívar y la avenida Manuel Córdova Galarza. "En menos de un año se han ido unos 30 metros de terreno. Queda muy poco para que se vaya el asfalto", aseguró.

Allí se colocaron cintas amarillas de peligro y el Municipio de Quito respondió también en redes sociales. "Como medida de prevención, se cerró el 50% del carril en la zona afectada. Esta medida busca minimizar riesgos para el tránsito vehicular y peatonal en caso de nuevos desprendimientos", publicaron en X.

Sin embargo, durante la visita de EXTRA se evidenció la circulación normal en el sitio, incluso de buses. Tampoco había agentes metropolitanos gestionando el tráfico vehicular como se anunció.

Carlos Guamanzara indica la filtración de agua en la quebrada.GUSTAVO GUAMAN

Este Diario también se comunicó con la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado (Epmaps), para saber qué acciones se han tomado ante estos deslizamientos. Respondieron que no es de su competencia.

Afectaciones a negocios

Mónica Caranqui tiene un local de sánduches cerca del talud. El 1 de noviembre tuvo que cerrar su negocio porque la polvareda era insoportable. "La gente no va a comer con el ambiente lleno de tierra. El piso es blanco y ese día era gris", acotó.

Los deslizamientos perjudican a los negocios de la zona, sobre todo pasadas las 15:00 porque los vientos son más fuertes. "Aquí se forma una nube de polvo que ya nos está costando nuestra salud. Tenemos problemas de respiración y de garganta", afirmó.

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