“Gracias, Señor, por devolverme a mi hijo sano y salvo. Gracias, sabía que lo íbamos a tener de vuelta”, estas fueron las primeras palabras acompañadas de un fuerte abrazo y gestos de emoción de un padre hacia uno de sus descendientes, quien durante cuatro días estuvo secuestrado, amarrado y fue víctima de tortura psicológica y física.

El rapto del joven, de 26 años, ocurrió a las 12:30 del lunes 14 de noviembre. El joven salía de su lugar de trabajo, en el centro de Milagro, cuando fue abordado por varios sujetos armados, quienes se movilizaban en un vehículo BMW de color blanco, acto seguido lo subieron al carro y se lo llevaron a una casa en donde lo mantuvieron en cautiverio.

Finalmente, tras cuatro días de agonía, agentes de la Unidad Antisecuestro (Unase) en colaboración con policías del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) realizaron un operativo y en la cooperativa 12 de Abril, de Durán, hallaron a la víctima y a sus dos captores.

“Lo golpeaban con un palo, no le daban de comer y lo tenían sobre una cama con las manos amarradas boca abajo. Le repetían que si sus familiares no pagaban lo que ellos pedían lo mataban. La víctima no vive en Milagro, sino en una urbanización de Samborondón. Estas personas estudian a sus víctimas”, dijo una fuente de la Unase.

Reveló que los secuestradores se comunicaban mediante mensajes de WhatsApp con los padres de la víctima y les decían que “se está acabando el plazo, si no pagan no volverán a ver a su hijo”, sostuvo el investigador.

El mayor Héctor Franco, jefe operativo de la Unase, reveló que los delincuentes les exigían 200.000 dólares a los progenitores del joven a cambio de su liberación.

También informó que la Policía investiga si los detenidos pertenecerían a la misma organización criminal que el pasado miércoles intentó secuestrar al dueño de una lubricadora en Durán y que además habrían cometido otros hechos similares en esta misma localidad guayasense.

Los aprehendidos son José Luis Zambrano Solís, quien según la Policía era el negociador, y Luis Javier Aroca Alvarado, quien custodia al secuestrado. El primero registra antecedentes por asesinato, en su poder se hallaron tres celulares, dos motocicletas, tres armas de fuego, dos cápsulas de pentolita de una libra, 300 gramos de cocaína y un kilo de marihuana.

En lo que va del año, en Ecuador, la Policía ha logrado la liberación de 28 personas que habían sido secuestradas. (AEB)