Que se haya instaurado un debate presidencial, de participación obligatoria para quienes aspiran a ocupar la máxima dignidad del país, es bien visto por ciudadanos consultados por EXTRA. Pero con los candidatos participantes en la primera actividad de este tipo es otro ‘cantar’.

La cita democrática, transmitida en cadena nacional, tuvo peso al ser organizada por el Consejo Nacional Electoral y por contar con la asistencia de los 16 postulantes a la presidencia de la República, a diferencia de otras iniciativas privadas en las últimas dos semanas, que no lograron congregar a todos los presidenciables.

De cuatro personas que opinaron a este Diario sobre este primer ejercicio electoral, tres dijeron no haber visto por completo el debate, mientras que el restante sí lo hizo.

Los entrevistados destacaron, principalmente, dos aspectos para no televisar toda la programación: que las propuestas de los candidatos son repetitivas en relación a elecciones anteriores y que ellos prometen el ‘oro y el moro’, pero no explican mayormente cómo lograrán sus promesas.

Para el analista político Oswaldo Moreno, esta contienda electoral es “atípica”, pues se desarrolla en un contexto de pandemia, que dejó de rebote una crisis sanitaria, política y económica. “Esto se refleja en la apatía de los electores”, dijo.

Por eso él considera que, quizá, poca gente pudo haber visto el debate. O que algunos de quienes sí lo hicieron hayan apagado la ‘tele’.

Otra cosa que les quitó el interés es la falta de contundencia en los planteamientos y propuestas de los políticos, añadió el experto.

Por tanto, en su criterio, el debate influirá mínimamente en la intención de voto. “Hay tres opciones que están fuertes en las encuestas. Y en las circunstancias de esta elección, los votantes terminarán decidiendo e irán a votar”, comentó Moreno.

Acotó que todo el escenario dejado por la COVID-19 y el número de postulantes sin ideas concretas vuelven ‘fregado’ el voto.

Para el comerciante Raúl Chicaiza, no todos los candidatos están bien preparados. "El debate transparenta las intenciones que tienen. Pocos candidatos merecen el voto, pero hubo dos o tres que sí me convencieron”, dijo. 

Mientras que para Juana Tomalá, otra ciudadana consultada, cada uno de los postulantes "se tiraba la ‘pelotita’ y repetían lo mismo, pero con diferentes palabras. No hubo muchas ideas coherentes”.

Cesár Veloz pide a los postulantes que expliquen cómo harán  para dar fuentes de empleo. "Las propuestas son siempre exageradas, no se acercan a la verdad. He oído promesas en tantos años y ya no creo en nada de lo que dicen”.

Julio Estrada considera que esta nueva disposición de debatir es positiva para la democracia, aunque también añadió que es bueno que hayan caras nuevas en las candidaturas. "Está bien que discutan y propongan. Pude escucharlos a todos y hubo algunas cosas que me parecieron buenas. Los debates irán mejorando”, mencionó.