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Las víctimas serían indigentes que se dedicaban al consumo y venta de estupefacientes, según la policía.Angelo Chamba

Los cuatro fusilados en el norte de Quito, al parecer, se dedicaban a la venta de droga

Un testigo contó que vio huir de la covacha donde ocurrió el crimen a tres hombres armados en un auto gris.

Los tiros que se oyeron a las 00:02 de ayer hicieron que Juan (nombre protegido) saliera de su casa en el sector de Pueblo Blanco, norte de Quito. Los estruendos provenían de la quebrada que está frente a este sector, a un lado de la avenida Simón Bolívar.

“Luego de eso, vi que salieron corriendo tres hombres, uno de ellos, con acento costeño, cargaba un fusil. Se subieron a un auto gris que se encontraba estacionado a un lado de la vía”, relató el asustado morador. A pocos minutos de ese alboroto, Juan se enteró de que aquellos individuos habían asesinado a cuatro personas.

Los gendarmes que están en la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de Carapungo, a dos kilómetros de distancia, se enteraron del crimen gracias a un indigente. Esa persona, completamente nerviosa, acudió al punto tras hallar a los cadáveres. Tras comunicar del hecho a los policías, el testigo huyó despavorido.

El hecho se registró a un lado de la avenida Simón Bolívar, frente a Pueblo Blanco.Angelo chamba

Fue entonces que se armó un equipo del servicio urbano mientras se comunicaba de la novedad a la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased). A su llegada, se toparon con aquella ejecución: dos cuerpos habían quedado dentro de una covacha y a pocos metros estaban las otras dos víctimas.

Pelea por drogas

Las pericias empezaron desde las 03:30 y, en tres horas y media, los investigadores se centraron en buscar evidencias, tanto en los cadáveres como en los alrededores. Los indicios balísticos demostraron lo que Juan había atestiguado: se usó un fusil para acribillarlos.

También se presumía que los asesinos llegaron con armas cortas para matar a esas personas que usaban la covacha para dormir y para consumir drogas, según las pericias.

El coronel Marcelo Cajas, jefe de policía del Distrito Calderón, detalló que los acribillados supuestamente eran indigentes. Pero también serían expendedores de estupefacientes, por lo que se presume que el ataque tendría algo que ver con este negocio ilícito.

De manera extraoficial se supo que los integrantes de una banda dedicada a la venta de alcaloides provocaron esta masacre. El motivo sería que aquellos hombres no habrían querido comercializar la ‘merca’ de ese grupo rival.

“Por ello, el ataque fue selectivo”, ratificó Cajas, quien acotó que los cuatro hombres no fueron identificados, ya que no cargaban consigo ningún documento.

Según la policía, las víctimas supuestamente vendían droga. Un testigo contó que vio huir del lugar a tres hombres armados en un auto gris.

Heridas por doquier

El oficial agregó que las víctimas tenían heridas en los cuerpos y cabezas. Los cadáveres fueron sacados del sitio por miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOE).

Una vez levantados los restos y llevados a la morgue de la Policía, las huellas del violento ataque quedaron dispersas. Los charcos de sangre y demás restos se regaron dentro de la covacha, donde hace poco más de un año ocurrió un hecho similar.

Juan explicó que es común mirar a indigentes y delincuentes ingresar a esa quebrada. “Es un sitio bien peligroso. La policía está enterada, pero no se han hecho patrullajes”, criticó el morador mientras se adentraba a esa casucha del terror.